El público del Liceu aplaude "Un Ballo in Maschera" de claroscuros

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Irene Dalmases

La última vez que se representó "Un Ballo in Maschera" en el Gran Teatro del Liceu, en el año 2000, provocó una tormenta. La propuesta de Calixto Bieito fue silbada. Hoy, la producción de claroscuros de Vincent Boussard ha recibido el beneplácito del público, en un momento en el que los focos están en otros escenarios.

Sin embargo, quienes realmente se han llevado la ovación del respetable han sido los dos protagonistas masculinos de la obra, el siempre solvente barítono Carlos Álvarez, en el papel de Renato, y el tenor polaco Piotr Beczala, en el rol de Riccardo, y la femenina, la norteamericana Keri Alkema, en la piel de Amalia.

En cambio, a la hora de subir al escenario, finalizada la función, se ha oído una suerte de murmullo hacia Boussard, un director que ha apostado por una sobria escenografía, en algunos momentos fría como el acero, y con pasajes que remitían a una película expresionista alemana.

Destacado es, asimismo, en este montaje el vestuario diseñado por el francés Christian Lacroix, de una gran elegancia, oscuro en la mayor parte de la obra, pero deslumbrante en la parte final del baile de máscaras que da título a la ópera de Verdi, una historia de amor, política, poder, venganzas y traiciones.

Puntualmente, apenas pasaban un par de minutos de las ocho de la tarde, ha arrancado hoy esta monumental propuesta operística, con la que se da inicio a la temporada en el coso barcelonés, una pieza de colores y de ambientes, en la que la noche, el mar y la luna son sus principales elementos, así como los personajes secretos que acompañan a Riccardo en sus peregrinaciones oníricas.

Melodrama en tres actos, con libreto de Antonio Somma, se estrenó en Roma en 1859 y fue censurado, porque el protagonista era el rey Gustavo III de Suecia y, en ese momento, no se permitía que se representara la muerte de un soberano en escena, lo que comportó que Verdi lo convirtiera en el gobernador Riccardo de Boston.

El público ha lanzado bravos a los intérpretes desde el primer acto, que ha terminado con una gran cara plasmada al fondo del escenario con una lágrima roja supurando de uno de los ojos.

Rojo era también un coche teledirigido en una de las escenas del tercer acto, que ha culminado en el gran salón del palacio de Riccardo, con una gran lámpara presidiendo el momento del baile y del asesinato del gobernador.

En el momento en el que Renato ha apretado el gatillo y se ha oído un disparo, la platea se ha estremecido.

La Orquesta y el Coro del Liceu, así como el conjunto VEUS-Cor Infantil Amics de la Unió han acompañado a los intérpretes.

A la función de hoy, además de los máximos representantes de la institución, Salvador Alemany, Roger Guasch y Christina Sheppelmann, han asistido el conseller de Cultura, Lluís Puig, la consellera de Trabajo, Dolors Bassa, el subdirector de música y danza del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Eduardo Fernández, así como el ex-presidente de la Generalitat José Montilla.

Diputados de diferentes partidos políticos del Congreso y del Parlament, además del segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, el eurodiputado del PP Santiago Fisas, o los cónsules de Polonia, Italia y Estados Unidos son otras personalidades que han asistido al evento.

Del sector económico han estado en el Liceu el consejero delegado del Banc Sabadell, Jaume Guardiola, Christian Terribas del BBVA, así como los empresarios Mariano Puig, Joan Uriach o Jorge Miarnau.

Del ámbito de la cultura destacan nombres como los de los directores teatrales Xavier Albertí, Paco Azorín y Lluís Pasqual, el músico Jordi Savall, el artista Perico Pastor, el escritor Rafel Nadal, los actores Jordi Boixaderas, Carles Canut, Jordi Bosch y Abel Folk.

Asimismo, han acudido hasta el teatro de la Rambla Toni Cruz, Nani Marquina, Màxim Huerta, Judith Mascó y una de sus hijas, Risto Mejide, los cocineros Javier y Sergio Torres, así como el exfutbolista del Barça Carles Puyol y su esposa, la modelo Vanesa Lorenzo.