El peso de las ausencias

Resulta deliciosamente irónico que una comedia basada en el rodaje de una de las peores películas de la historia haya ganado uno de los mejores premios cinematográficos del mundo. Puestos a hablar de ironías, eso sí, aquí va una más grande: aunque sin duda estupenda (al salir de su proyección, al arriba firmante le dolía la mandíbula de tanto reír), 'The Disaster Artist' es un desperdicio de Concha de Oro.

Días atrás el presidente del jurado, John Malkovich, hizo una admirable declaración de principios: quería que los premios fueran a parar a los títulos que más los necesitaran. ¿Necesita 'The Disaster Artist' la Concha de Oro? Obviamente no: es una película de Hollywood cuya carrera comercial está ya pavimentada.

¿Hizo campana el jurado?

Por supuesto, es posible que entre todas las películas a competición Malkovich no encontrara ninguna otra digna de encabezar el palmarés, pero en ese caso mejor que se centre en hacer cine y deje de juzgarlo: la que sin duda es la mejor obra a competición, 'The Captain', demoledor retrato de la agonía del nazismo y la psicología de sus soldados, ha acabado con un premio menor, y 'El león duerme esta noche', exquisito homenaje al actor Jean-Pierre Léaud y al cine mismo, se ha ido de vacío.

El palmarés en su conjunto parece obedecer a decisiones erráticas. Premio Especial del Jurado, 'Handia' es una obra más meritoria por sus ambiciones que por su resultado; y mientras el reconocimiento al actor Bogdan Dumitrache sabe a recompensa insuficiente para el extraordinario drama 'Pororoca', adjudicar dos premios a 'Alanis' es una exageración considerando, de nuevo, la cantidad de buenas películas que se han quedado sin galardón. ¿Es que los miembros del jurado hicieron campana el día de la presentación de 'La vida y nada más'? Al final, este palmarés es menos representativo de la extraordinaria selección de aspirantes a la Concha de Oro que el festival reunió que de la falta de puntería de quienes las han valorado.