ENTREVISTA

Gerard Quintana: "Sabemos que vamos a tocar en una Mercè especial"

Sopa de Cabra encabeza 'Mediterràniament' en la playa de Bogatell, una noche también con Mishima, Joan Miquel Oliver y el concierto 'Rumberos, pugin a l'escenari'

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JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Sopa de Cabra culmina su temporada de veranoSopa de Cabra, la gira 'Tanca el cercle', a lo grande, este domingo en la playa de Bogatell (23.00 horas), como atracción central del concierto ¡Mediterràniament'. Un programa que comenzará a andar con Joan Miquel Oliver (19.00 h.), seguirá con Mishima (21.00 h.) y cerrará con el desfile de Sicus Carbonell y sus invitados en 'Rumberos, pugin a l’escenari''Rumberos, pugin a l’escenari' (1.00 h.).

Tras la gira de presentación de 'Cercles', en el 2016, estos conciertos de verano se han asentado en su repertorio de éxitos. Sí, aunque algunas canciones de 'Cercles' se han consolidado y la gente las canta como las más antiguas. Es el caso, sobre todo, de 'Cercles', 'Sense treva', 'Eix de rotació' y 'Solstici'. Canciones, algunas, que piden otra actitud del público.

En los conciertos de reunión del 2011 se encontraron con un público nuevo. ¿Qué percepción tienen ahora de la gente que les sigue? El público es muy generoso y absolutamente transversal, lo cual es una satisfacción enorme. A veces te preguntan: "¿cuál es tu 'target'? Y, bueno, hay algo tuyo, un yo íntimo, que siempre está ahí, una chispa a partir de la cual haces las cosas, y ves que mucha gente conecta con ella, tenga la edad que tenga. Y en los conciertos ves a familias enteras con niños pequeños.

¿Usted fue alguna vez a un concierto con sus padres? Nunca, creo. Recuerdo a Paco Ibáñez en el teatro Municipal, de Girona. Yo era muy jovencito y tuve que ir solo, no me acompañaba nadie. Y de rock, conciertos en Barcelona de Jethro Tull, Rainbow, UFO, Ted Nugent… Mucho rock duro.

En una generación, el rock ha pasado de ser demasiado moderno para ir con tus padres a muy clásico para ir con tus hijos. ¡Exactamente! Mi hijo escucha trap, hip-hop y todo eso. Tiene 14 años. Le gusta la música muy de la calle. Imagino que eso va más allá del gusto. Siempre encuentra una excusa para no ir a mis conciertos. Yo al trap le encuentro un interés más sociológico que artístico.

Aunque este concierto cierra la gira de verano, el 9 de diciembre actuarán en Girona, encabezando 'La nit dels Sopa', en la que actuarán Adrià Puntí y M-Clan. ¿Un festival amparado por el grupo con intención duradera? 'La nit dels Sopa' surge de la idea de terminar este ciclo actual en Girona ofreciendo algo especial y que se quede. Proponer nuestra noche. Y con una visión y una generosidad, entre comillas. Una noche de lo que nos gustaría ver a nosotros. Empezamos por las raíces, por Adrià, con quien tenemos tantas afinidades generacionales, y luego estarán M-Clan porque es una de las bandas con las que más nos identificamos. Si hubieran existido Los Rodríguez se lo habríamos propuesto. Lo intentamos con Calamaro, pero está de gira por América. A ver si otro año lo conseguimos. Al final se trata de poder compartir tu mundo. La idea es que año tras año estemos presentes en el festival, aunque no necesariamente con un concierto de Sopa de Cabra.

Su primera actuación en la Mercè fue en 1990, en el Sot del Migdia. Sí, con 70.000 personas. El otro día lo recordábamos. Hacía un año que habíamos sacado el primer disco. ¡Y dos semanas después actuamos en el Estadi Olímpic, con Tina Turner y El Último de la Fila! De repente todo se hizo muy grande. Fue vertiginoso.

¿Tuvo de repente una sensación de poder, de que podía hacer lo que quería con su público? Siempre con respeto, teniendo presente que ahí había personas. No era una sensación faraónica, sino de responsabilidad. En aquella época gritabas '¡Visca Catalunya!' y triunfabas, y eso nosotros no lo hacíamos. Era algo pensado, por un compromiso con lo que estábamos haciendo y lo que era la banda.

Se debían más al rock'n'roll que a una patria. Sí, sentíamos esa responsabilidad como grupo. Por otra parte, el lugar seguramente más natural para Sopa son esos grandes espacios, es donde el concepto Sopa funciona mejor.

Así que contradice el cliché del club sudoroso como espacio auténtico para el rock. Nosotros comenzamos tocando en garitos, pero lo que ha terminado siendo Sopa, sobre todo a partir de 'Nou' (1998), tiene que ver con espacios grandes, donde la  música crece. Como Canet Rock este año, que es uno de los lugares donde hemos dicho "sí, es eso".

En la Mercè la ciudadanía sale a la calle, y este año parece que un poco más. Sí, veremos cómo será esta Mercè. El contexto es otro. Mucha gente, otros años, estaba expectante con las fiestas y este año parece que la atención está en otro lado. Ahora todo está acelerado y la realidad puede sufrir una sacudida en solo unas horas. Sabemos que vamos a tocar en una Mercè especial.

¿Sopa de Cabra, la banda en su conjunto, tiene una posición ante el 1-O? Estos días nos han pedido que fuéramos a tocar en las concentraciones de Barcelona: "¿podéis venir dentro de media hora a la Rambla de Catalunya?". ¡Y estábamos en Salt ensayando! Imposible. Había quien nos decía: "¡no son días para estar ensayando!". La realidad es convulsa. Pero tenemos un posicionamiento: estamos a favor de que el pueblo decida. Creemos que esto no se resolverá hasta que se pueda hacer un referéndum con garantías, pero no podrá hacerse si no hay voluntad de las dos partes, y ahí estamos en ese círculo vicioso. Pero si esto sigue así la cuestión se acabará internacionalizando.

Antes hablaba de la responsabilidad ante la audiencia. Hablando de esta cuestión política en estas circunstancias tan delicadas, ¿en algún momento, estos días, ha tenido dudas o se ha planteado un dilema en torno a su posición pública? Todo apunta a que el 1-O habrá una especie de estado de excepción, pero una cosa es impedir votar el 1-O y otra encontrar una solución. No es ganar o perder ese día, sino vivir en sociedad y ponerse de acuerdo. Ahí hay una responsabilidad porque a veces te bulle la sangre y dirías una barbaridad, pero sabes que nadie debe caer en ninguna provocación. Si no, pierdes los argumentos. Ahora soy más consciente aún de esa responsabilidad, y más pensando en la cantidad de cosas que nos han pasado en la trayectoria de Sopa.

Bien, el grupo cierra una etapa este otoño. ¿Qué vendrá luego? Entramos en un ciclo de estimular la incertidumbre. Ahora ya sabemos que seremos Sopa hasta que nos muramos. Cada uno de nosotros intentamos en el pasado hacer un camino fuera del grupo, y lo hicimos, pero siempre bajo la sombra de Sopa de Cabra. Éramos "el excantante de Sopa", "el exguitarrista"...

¿Fue molesto finalmente? Más que molesto fue la evidencia del peso de lo que habíamos hecho, un peso que estaría ahí siempre y que formaría parte de nosotros. Pero tendremos que plantearnos cómo hacer las cosas. ¿Hacemos un nuevo disco? ¿Necesitamos 12 canciones para ampliar aún más nuestro repertorio, cuando tenemos 12 o 20 que son casi fijas cada noche? ¿Qué acaba viendo la gente de  un nuevo disco, un par de canciones, quizá cuatro? ¿Podríamos publicar canciones sueltas, o hacer una gira y el disco publicarlo 'a posteriori'? Sí, estamos poniendo en duda muchas cosas.