ENTREVISTA

Mary Beard: "Prefiero contestar a los trolls"

La historiadora del mundo romano ha presentado en la Setmana del Llibre en Català su libro 'La veu i el poder de les dones'

La historiadora Mary Beard, en Barcelona.

La historiadora Mary Beard, en Barcelona. / JORDI COTRINA

Ernest Alós / Barcelona

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La historiadora y divulgadora del pasado romano Mary Beard, catedrática de Cambridge, premio Princesa de Asturias y estrella de la BBC, visitó el sábado la Setmana del Llibre en Català para presentar un breve libro, publicado por Arcàdia, que reúne dos conferencias con el título de ‘La veu i el poder de les dones’. La primera de ellas empieza evocando aquella escena de la ‘Odisea’ en la que el jovencísimo Telémaco, hijo de Ulises y Penélope, manda callar a su madre, la envía a su cuarto a tejer y le recuerda que “la palabra debe ser cosa de hombres”. “Es el primer ejemplo que conservamos en la tradición occidental de un hombre que le dice a una mujer que se calle. Y es extraordinario porque el primer acto de su madurez como hombre es silenciar a una mujer, e indica que lo que define a la mujer en el mundo clásico es no tener voz en público”, recuerda Beard.

A ella le han dicho a menudo que calle, y usualmente con alusiones más que groseras a su físico, en las discusiones en las que frecuentemente se ha enzarzado con lo peor de las redes, hasta el punto de ser uno de las dianas preferidas de la Gran Bretaña más zafia, machista y reaccionaria. “Lo que tiene Twitter es que en 140 caracteres es muy difícil argumentar. Es muy difícil discutir con un troll. Intento evitar que logren hacerme perder mi tiempo y la gente me dice que no responda, que bloquee e ignore -dice Beard-. Pero creo que hacerlo sería una nueva versión de aquel hacer callar a las mujeres. Así que prefiero contestar, en términos firmes pero educados, aunque ellos no lo sean”.

Este verano, Mary Beard ha intervenido activamente en las redes sociales en una polémica que demuestra hasta qué punto la visión que tenemos del mundo romano está distorsionada en muchos sentidos. En un vídeo infantil de la BBC sobre la Britania romana aparecía un oficial romano de piel oscura, casado con una matrona blanca y con hijos mulatos. El chauvinismo británico clamó al cielo, denunció la tergiversación de la historia en aras de lo políticamente correcto y las redes se incendiaron. Historiadores como ella tuvieron que recordar que el personaje real en que se inspiraron los animadores procedía del norte de África y muy probablemente no debería de ser un pelirrojo pecoso y con piel lechosa. “Hay temas en los que puede haber controversia. Pero no hay una sola persona que estudie la Britania romana que niegue que había gente de color, negros, norteafricanos y de Oriente Próximo”, insiste.

"La gente me dice que bloquee, ignore y no responda a los trols. Pero hacerlo sería una nueva versión de aquel hacer callar a las mujeres (en el mundo clásico)"€

Mary Beard

— Catedrática de Clásicas en la Universidad de Cambridge

La imagen de Roma que dio durante siglos la academia, el arte y después el cine, ha sido erróneamente blanqueada. “Este vídeo lo hizo la BBC precisamente para hacer llegar al público infantil lo que hoy sabemos sobre la Britania romana. Lo que demuestra esta polémica es que el mito de que el pasado de Gran Bretaña es homogéneamente blanco, de que no hubo negros hasta los años 50, es tan fuerte que ni siquiera la cantidad de evidencias en sentido contrario que tenemos puede con él. Cuando es falso, en cualquier sentido, y en cualquier momento”, puntualiza la historiadora.

¿También tenemos una visión sesgada sobre el papel de la mujer en la antigua Roma? ¿En la familia imperial, o en la vida privada, tenían un papel más activo del que transmitieron los historiadores clásicos? ¿O olvidar lo patriarcal de la sociedad romana e imaginar unas romanas ‘empoderadas’ es una ilusión, puro ‘wishful thinking’? “Obviamente puedes redefinir el poder en un sentido en el establezcas que las mujeres en el mundo antiguo tenían algo de poder. Pero es difícil. Si empiezas a decir que tenían poder doméstico… no estoy muy de acuerdo con esto, porque el poder es lo que sucede fuera de los muros de las casas”, replica.

"Cuando yo era joven, las historiadoras intentaron encontrar mujeres poderosas en el mundo antiguo. Fue un profundo fracaso"€œ

“Cuando yo era joven, hubo historiadoras que intentaron volver a situar a la mujer en el escenario de la historia del mundo antiguo, intentando encontrar mujeres poderosas, intentando escribir por ejemplo la biografía de Livia… Fue un profundo fracaso. En parte porque pronto nos dimos cuenta de que Livia era un mito construido, no sabemos nada de ella, ni de Agripina, excepto que son construcciones para explicar por qué Nerón era tan malo, reflejos de la imaginación masculina, creaciones de los historiadores antiguos”.

Hoy, el enfoque feminista de la historiografía ha tomado otro camino, cree: “Mucha más gente está interesada en cuáles eran los roles de género, cómo el papel de la mujer era construido por los hombres en el mundo antiguo, más que intentar desesperadamente descubrir a las mujeres reales, porque a esas mujeres reales en gran parte las hemos perdido”. Aunque, claro, no son el único colectivo olvidado. “A menudo les digo a los estudiantes, medio en broma, que si realmente quieren hacer su doctorado sobre las mujeres, o sobre los pobres, o los campesinos, en el campo de la historia clásica, probablemente su vida no será muy feliz. Básicamente, todo lo que sabemos es sobre la élite masculina”.

"En Occidente, las mujeres han ganado voz en la política pagando el precio de dejar de parecer mujeres"

Volviendo a las conferencias recogidas en el volumen de Arcàdia: mirando hacia el pasado, es cierto que hay excepciones en las que aparecen mujeres con voz propia… pero eso solo sucede si adoptan un papel masculino. Y apunta que eso es a lo que parece que están obligadas las políticas actuales: hasta Margaret Thatcher tuvo que aprender a hablar con voz más grave para dar imagen de autoridad. “En Occidente, porque por ejemplo el caso de Indira Ghandi es distinto, las mujeres han ganado voz en la política pagando el precio de dejar de parecer mujeres”, denuncia. El caso de Theresa May puede ser, quizá, una excepción, ante la que se reconoce “ambivalente”, más allá de su oposición a las políticas de la primera ministra conservadora. “En cierta forma, ha conseguido utilizar algunos signos de feminidad a su favor. No parece Angela Merkel, para entendernos”. 

Hace unos meses, Tom Holland nos explicaba que cuando escribió ‘Rubicón’, sobre la caída de la república romana, lo hizo pensando en la Administración Bush. Que su último libro, ‘Dinastía’, sobre la familia Julio-Claudia, lo escribió durante la ‘pax’ de Obama, sin buscar paralelismos raros… hasta que se encontró con la victoria de Trump, y entonces empezó a tener que hablar de las similitudes de Trump con emperadores como Nerón o Calígula. ¿Cómo lo ve Beard? Aquí aparece, aunque está cansada tras una gira en la que ha llenado varios auditorios en Madrid en los días previos, la Beard jovial, ingeniosa e irónica. 

“Aunque soy amiga de Tom y lo quiero mucho, creo que es una tontería. Es la pregunta que más me han hecho los periodistas en el último año. ¿A qué emperador se parece más Trump? A veces tengo mucho trabajo y me los saco de encima diciendo que Nerón. A veces tengo tiempo y les doy una lección sobre por qué es una pregunta tonta y no se deben hacer estas comparaciones fáciles. Y, más a menudo, les digo que Heliogábalo, para que me tengan que pedir que les deletree el nombre y después tengan que ir a Wikipedia a buscar quién era”.