"Los descendientes 2",una singular aventura Disney que "abraza la diferencia"

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Jessica Martín

Los hijos de los villanos de Disney están de vuelta con "más música, acción y aventuras" gracias a "Los descendientes 2", un filme que se estrena en octubre y que, además de divertir al público joven, fomenta la "inclusión" y "abraza la diferencia", asegura a Efe su director, Kenny Ortega.

Ya han pasado varias semanas desde que el público estadounidense pudo disfrutar del estreno de la segunda parte de "Los descendientes", una película original de Disney Channel que ya goza de "una popularidad tremenda" en Norteamérica, según Ortega, y que aún tiene que esperar hasta octubre para recalar en las pantallas españolas.

"Hemos hecho todo lo posible para que los espectadores disfruten", sostiene el cineasta y coreógrafo (Palo Alto, California, 1950) que, además de modernizar los cuentos clásicos de Disney, también dirigió la exitosa "High School Musical" y el documental "This is it" sobre Michael Jackson, para quien colaboraba de manera habitual.

Su nueva película, explica, "funciona a diferentes niveles" porque hay espectadores que "disfrutan de la parte musical y del baile", otros que se sienten atraídos "por la acción" y otros que "conectan mucho con los personajes porque les trasladan hacia un nuevo mundo, porque adoran el viaje en el que se embarcan".

Un viaje en el que les acompañan los actores Dove Cameron, Booboo Stewart, Cameron Boyce, Sofía Carson y China Anne McClain, quienes dan vida a los hijos de algunos reconocidos villanos como el Capitán Garfio ("Peter Pan"), Gastón ("La Bella y la Bestia"), Cruella de Vil ("101 dálmatas") o Maléfica ("La bella durmiente").

Detrás de todos esos personajes, subraya Ortega, hay una historia que "abraza la diferencia" y que va "sobre el fortalecimiento, sobre la forma en que las decisiones que tomamos determinan en lo que nos convertimos y, en general, sobre cosas bonitas relacionadas con la inclusión".

Esos mensajes que hilan el relato son, en su opinión, un factor "importante", pero también quiso marcarse como reto conseguir que su película resultara "atractiva para toda la familia y no solo para los niños", consciente de que, en términos narrativos, es necesario "conocer al espectador principal al que se dirige la historia".

"Yo, obviamente, soy adulto, pero cuando hago estas películas siento que miro a través de la lente o de los ojos de alguien de trece años. También intento escuchar a la gente joven con la que trabajo, darles voz y hacerlos partícipes del proceso de creación", puntualiza el estadounidense, que también trabajó como coreógrafo en la cinta de 1987 "Dirty dancing".

Por esa razón, cuando se enfrenta a un proceso de casting de películas dirigidas al público juvenil siempre busca, dice, "gente entusiasta e inteligente".

"Es importante que sean buenos actores y que estén preparados para el trabajo que requiere una película con base musical pero, al final, lo importante para mí es sentir que tengo un socio, alguien que no dependa de mí sin más, sino que aporte ideas y también sea creador", aclara.

Aunque, para él, "todo empieza por un guion en el que confíe". Después, hay que "encontrar un camino para que el resultado sea singular", para "seguir sorprendiendo a los espectadores, que es algo verdaderamente importante", y para "crear escenarios inolvidables".

Es lo que intenta desde que aceptó dirigir la primera entrega de "Los descendientes", un proyecto en el que "creyó" y con el que se "entusiasmó" desde el momento en que lo leyó, a pesar de que, precisa, le "asustaba" la dificultad de desarrollar personajes que "nacerían fuera de los clásicos de Disney".

Sin embargo, el resultado fue tan bueno "en todo el mundo" que, confiesa, no han dudado en llevar la historia "un paso más allá" y ofrecer a los seguidores una "nueva aventura".

Así lo hizo también con "High School Musical", un largometraje que, estrenado en 2006, consiguió siete premios Emmy y el entusiasmo de los adolescentes de medio mundo, algo que llevó a Ortega a sacar adelante dos secuelas más de la misma historia.