Lleno total en Montserrat para el concierto de Ars Nova

La expectación creada por el concierto del conjunto vocal Barcelona Ars Nova acompañado al órgano por Miquel González dentro del festival internacional que Montserrat dedica a dicho instrumento era grande. Ya es habitual en dicho festival que muchos asistentes sin lugar en los bancos ocupen los escalones de las capillas y el suelo de los pasillos laterales. El sábado, sin embargo, el público era tanto, que se invitó a asistentes, jóvenes, a sentarse en el suelo delante de los primeros bancos. Como dijo Jordi-A. Piqué, director artístico del festival, “Bach arreglará las incomodidades”.

La música de aquel compositor, que monopolizaba el programa del concierto, tiene siempre efectos balsámicos. Lo que no arregló el ‘cantor de Leipzig’ fueron varios desajustes de ‘tempo’ entre la formación vocal que dirige Mireia Barrera y el órgano, particularmente en el coral tan conocido ‘Dios sea loado, Jesús está conmigo’, de la cantata de iglesia ‘Herz und Mund und Tat und Leben’ ('El corazón y la boca, las obras y la vida') BWV 147, coral que con otras palabras, ‘Jesús, tu eres mi alegría’, se repite al final. El programa acababa con otra cantata de iglesia, ‘Wir danken, dir Gott, wir danken dir’ ('Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias') BWV 29. Entre una y otra obra, González interpretó al órgano dos arias de otras dos cantatas de Bach.

Bach compuso sus cantatas -más de 200- para cuerdas, bajo continuo (normalmente violonchelo, contrabajo y órgano) e instrumentos de viento que variaban según el contenido de la obra. Las transcripciones de estas partituras para órgano son cosa del siglo XX. Dentro de la liturgia protestante esta forma musical adquiere un gran relieve, de modo que la interpretación de este programa en Montserrat, en el quinto centenario de la reforma luterana, tuviera un sentido particular en clave ecuménica.

Barcelona Ars Nova es uno de los fenómenos corales más interesantes de los últimos años. Nació hace cinco como parte del proyecto ‘Misas polifónicas en Barcelona’ impulsado entre otros por el malogrado editor Jaume Vallcorba y el director Josep Pons para interpretar música litúrgica en el marco de las ceremonias para las que fue creada.