CONFLICTO PATRIMONIAL

Lleida se mantiene firme y no entrega las 44 obras de Sijena

Pese a las peticiones de Aragón para mandar mañana a la policía a buscar las piezas, el juzgado cierra por vacaciones sin pronunciarse

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Natàlia Farré

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Lunes de normalidad en el Museu de Lleida. Ni las 44 piezas reclamadas por Aragón han salido camino de Sijena. Ni la policía ha entrado a por ellas. Todo previsible y anunciado. Hoy terminaba el plazo dado por la juez del Juzgado número 1 de Primera Instancia de Huesca para que la Generalitat entregara a Aragón las 44 obras de arte provenientes del monasterio oscense depositadas en el Museu de Lleida desde que fueron compradas a las monjas del cenobio en los años 80 y 90. Y así cumpliera con la ejecución provisional de la sentencia de abril del 2015 que declaró la compraventa "nula de pleno derecho". Pero el Govern ya avisó el pasado 25 de julio de que las piezas no se moverían de su sitio: "No se cumplen ni los requisitos físicos ni jurídicos" para ello. Dos días después la juez dejaba claro que no procedía enviar a la brigada de Patrimonio de la Policía Nacional o de la Guardia Civil en su búsqueda, como Aragón insiste día sí y día también, pues primero había que esperar a agotar la jornada de hoy.

La jornada ha transcurrido sin novedad, como un lunes más en el Museu de Lleida pero con la peculiaridad de la prensa apostada en el exterior

La jornada ha transcurrido sin novedad. Como un lunes más en el Museu de Lleida. Día de cierre semanal, sin visitas pero con su personal trabajando en el interior. Y con la peculiaridad de la prensa esperando en el exterior. También algún ciudadano preocupado por el destino de los bienes. Y en su emplazamiento habitual, las cajas sepulcrales de Isabel de Aragón, Francisquina d'Erill y Beatriz  Cornel, los tesoros más preciados de los 44 objetos reclamados junto con cuatro fragmentos del retablo de mármol de Santa Anna, que también lucían en su sitio. Mañana seguirán ahí. O eso esperan los responsables del centro que no prevén a corto plazo (a largo ya se verá) la irrupción de las fuerzas de seguridad. Después de la negativa de la juez de enviar a la brigada de Patrimonio el 31 de julio, el Gobierno de Aragón, que no desfallece, repitió demanda policial, llevan más de 20, para el 1 de agosto. Pero para enviar a las fuerzas de seguridad es necesario una interlocutoria indicando fecha y hora además de un oficio comunicándolo a las partes. Y el juzgado ha cerrado sin pronunciarse sobre ello y no es probable que lo haga en breve, pues agosto es inhábil judicialmente hablando. Algo, lo del mes inhábil, que desde la comunidad vecina han pedido suspender. También sin  respuesta por parte del juzgado.

Sin sentencia firme

Quizá de esto se trataba, de llegar al periodo vacacional. Una dilación temporal que parece buscada para ganar tiempo a la espera de que la Audiencia Provincial de Huesca dictamine (lleva, inexplicablemente, dos años con el recurso sobre la mesa) y evitar así la imagen de la policía entrando en el Museu de Lleida. Pero el envío de las fuerzas de seguridad no es lo único sobre lo que deberá pronunciarse la juez, previsiblemente ya en setiembre, hay otro tema pendiente: en el mismo auto en el que fijó la fecha de entrega de los bienes, avisó que de no cumplir con los plazos se deduciría "testimonio por desobediencia", ello significa abrir un proceso penal al 'conseller' de Cultura, Lluís Puig, por desobediencia a la autoridad judicial que podría acabar con multa e inhabilitación. Algo que no parece haber asustado al 'conseller' que mantiene su postura "clara" y "rotunda" de no entregar las obras. "No aflojaremos", ha asegurado esta mañana al tiempo que manifestaba la intención de "agotar todos los caminos" que aporten "un sentimiento de justicia" en la defensa de Catalunya.

Los bienes no se pueden trasladar porque están catalogados y protegidos por la ley catalana de patrimonio y, además, la sentencia no es firme

La de hoy no es la primera fecha fijada para trasladar las piezas. Es la segunda. Hace un año, el 25 de julio, expiró el primer plazo marcado por el juzgado. Entonces, con un día de retraso, partieron hacia Sijena 51 bienes (los reclamados eran 53 pero dos están extraviados) depositados en el MNAC. Eran las piezas de menos valor y las no catalogadas de las 97 que forman parte del litigio. Ese mismo día el Consell Executiu denegó la salida de las 44 restantes, las custodiadas en Lleida. Los argumentos de entonces eran los mismos que los de ahora: son obras catalogadas y por lo tanto protegidas por la ley catalana de patrimonio; forman parte de una colección inseparable; y la sentencia no es firme, el fallo está recurrido ante la Audiencia Provincial de Huesca (cuyo retraso hace pensar a la parte aragonesa que puede no ser favorable a sus intereses, como ha reconocido hoy el alcalde de Villanueva de Sijena) y en última instancia podría elevarse al Tribunal Supremo.

Espera en el monasterio

Pero un año es mucho tiempo y la Generalitat ha sumado más motivos para no trasladar unas piezas que deberían tomar el camino de regreso si las instancias superiores fallaran a favor de Catalunya. Motivos de seguridad y judiciales. Por un lado, las medidas de conservación de la sala del monasterio donde se exhiben las obras que salieron del MNAC no parecen las mejores (de hecho, incluso la plataforma Sijena Sí ha recriminado al Gobierno de Aragón no haber aprobado todavía un plan director para gestionar las piezas). Y por otro lado, ha entrado un nuevo actor en juego: La Audiencia Provincial de Huesca admitió, el 13 de julio, al Consorci del Museu de Lleida como parte implicada en el litigio, lo que abre una nueva realidad.

La Audiencia reconoce al consorcio como "poseedor de parte de los bienes litigiosos", cosa que permitirá presentar nuevas pruebas clave al tribunal, y permitió a la Generalitat, el pasado martes, comunicarle a la jueza que no podría cumplir con la ejecución provisional de la sentencia al no disponer de "la posesión inmediata de las piezas" al estar estas "en poder de terceras personas". Aun así, el plazo de entrega se ha mantenido en pie para hoy. Y en Aragón están a la espera. Un equipo de 20 técnicos han pasado el día en el monasterio (estarán hasta las 22.00 horas, afirman) esperando unas obras que hoy no llegarán. Y mañana, tampoco. Lo más probable es que, como mínimo, hasta setiembre las piezas sigan en el museo que las ha restaurado, conservado, valorado y dado a conocer. Aunque con Sijena todo es posible.

El otro litigio en marcha

El de hoy no es el único conflicto abierto entre Aragón y Catalunya por los bienes de Sijena. Hay un segundo litigio en marcha:<strong> el de las pinturas murales de la sala capitular del cenobio.</strong> Unos frescos de alto valor iconográfico quemados durante la guerra civil y rescatados de su total destrucción por Josep Gudiol durante la contienda. Aragón también reclama su traslado y hay una sentencia, de julio del 2016, del Juzgado número 2 de Primera Instancia de Huesca favorable a su restitución y una ejecución provisional dictada en noviembre. De momento no hay fecha para su marcha, algo completamente desaconsejable dada la fragilidad de la pieza.