Estopa, a toda rumba en el Festival de Cap Roig

Jose (izquierda) y David Muñuz, los Estopa, este domingo, en Cap Roig.

Jose (izquierda) y David Muñuz, los Estopa, este domingo, en Cap Roig. / periodico

Jordi Bianciotto / Calella de Palafrugell

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'Satrezzos' escénicos ni guiones teatrales, a palo seco salieron los Muñoz, este domingo, listos para ofrecer la versión más cruda y esencial de Estopa en un auditorio del Festival de Cap Roig que pusieron patas arriba desde la primera canción, 'Cacho a cacho'. Guitarras rockeras en alto, con quiebros 'heavy', dando paso a la rumba explosiva en 'Vino tinto'.

Público en pie desde el minuto uno en el estreno de Estopa en este festival ampurdanés impulsado por la Fundación Bancaria La Caixa, con entradas agotadas y un clima expectante propio de las estrellas internacionales. Fans de amplio espectro y esa sensación propia de las primeras veces tanto abajo como arriba del escenario: "Ens havien dit que això era molt bonic, però no és que sigui molt bonic...", confesó David en catalán, "no, no, ¡es la polla de Camboya!".

Atracón de éxitos

Los Muñoz, vistiendo con orgullo su uniforme oficial de camiseta negra y vaqueros, atacando con un 'hit' moderno, 'Pastillas para dormir', y coqueteando con las guitarras en ventilador. "¡Esa rumba catalana!", ha gritado David entre estribillo y estribillo. "Yo me voy, hasta luego / y me quito el sombrero..."

En los conciertos de este verano, tan solo seis, Estopa va más allá del temario de la gira del 2016, 'Rumba a lo desconocido', y se decantan por la antología de éxitos, que no son pocos en su historial, si bien en Cap Roig sonaron hasta seis canciones de ese último disco. Como 'Estatua de sal', con su introducción de guitarra flamenca, y la melancólica 'Mundo marrón', que combinaron con rescates de 'Tu calorro' y 'Fin de semana' para disfrute de la afición.

Se trataba de introducirnos en una "máquina del tiempo, hacia adelante y hacia atrás", anunció David, rumbo, atención, a "un viaje interior". Hacia ahí apuntó un clásico no festivo ni agitador de Estopa, la balada 'Ya no me acuerdo', interpretada con todo sentimiento por Jose, con el solo de teclado a cargo de Nacho Lesko. Y de ahí, de nuevo al pasado cercano con 'Gafas de rosa', canción contra la inhibición ante los problemas sociales ("a pesar de los daños les dan la razón, / también podemos afiliarnos a un partido impopular") y la interiorista 'Ando buscando'.  

Cantando a voz en grito

Cuesta abajo a todo trapo con 'El de en medio de Los Chichos'con muchas gargantas cantando la letra entera y ahogando casi las voces de los señores artistas. Y 'Pastillas de freno', dedicada "a los que se levantan a las cinco de la madrugada para levantar Catalunya". David apuntó que últimamente son poco partidarios de explicar el significado de las canciones. "Allá cada uno, ¿no? ¡Que ya somos mayores y 'mayoras'!".

Pero la fiesta y el arrebato colectivo generados por Estopa reposan también en su negativo, en ese lado más oscuro representado por canciones de cierto fondo turbulento, que no faltaron en Cap Roig, como son 'Demonios', 'Me falta el aliento' o 'Pokito a poko'. Aún sin romper el ritmo, dejaron un rastro intranquilo que, por contraste, realzó más si cabe el efecto del 'superhit' histórico por excelencia de Estopa, 'La raja de tu falda', celebrada en Cap Roig, con su inexcusable "piñazo en el Seat Panda", con palmas y coros a lo largo y ancho de la grada. Luego, otra munición fiable, 'Fuente de energía', "dedicada a quienes se han metido en un callejón sin salida y tratan de salir de él", y un punto y final con Paseo.

Cambios de guion

Abriendo el bis, los Muñoz, a solas con sus voces y su guitarra, se sacaron un as de la manga con la versión, en su catalán original, de 'Me'n vaig a peu', de Serrat, seguida del rescate de 'Destrangis in the night', de su segundo disco. Ese momento en que el guión ha saltado por los aires y el repertorio se abre a ocurrencias de última hora.

Tras la presentación de los músicos, el homenaje a la introducción de 'Highway star', de Deep Purple, del clásico doble en directo 'Made in Japan', que condujo a 'Nadie sabe', con el recinto del revés, estirando la noche a lomos del Estopa más rockero. Y más salvas recibidas con los brazos abiertos: 'Ojitos rojos' y la guinda de 'Como Camarón', recordando las raíces de un dúo que pretendía tomarse el 2017 como año sabático pero que no ha podido con él. Mientras salen de la chistera sus nuevas canciones, quedan para el recuerdo noches de altos vuelos como la de Cap Roig.