CRÍTICA DE CINE

'Diario de Greg, carretera y manta': un viaje a la deriva

La popular saga de libros infantiles regresa al cine con una rutinaria cuarta entrega llena de chistes apáticos y vulgares

NANDO SALVÀ

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La cuarta película basada en la popular saga homónima de libros infantiles usa un viaje familiar por carretera como excusa para ofrecer una mezcla estrictamente rutinaria de 'slapstick' y sentimentalismo. Aunque incluye observaciones sobre el papel de la tecnología en las vidas de los niños, 'Carretera y manta' prefiere centrarse en encadenar chistes de fluidos corporales: en una escena Greg orina en una botella de plástico a la vista de todos, en otra una caca de cerdo enrarece la atmósfera del monovolumen familiar, en otra una vomitona impacta en la cara de un hombre. El problema fundamental de la película, en todo caso, no es tanto la vulgaridad de su humor como la apatía y la falta de sentido del ritmo con la que el director David Bowers lo maneja.