Muerte, identidad y memoria, en la danza del Grec

¿Qué hay entre la muerte y el más allá? ¿Existe una realidad o es todo una construcción del intelecto? Estas son solo algunas de las preguntas que plantean los montajes del Grec Creación. A través del movimiento y la expresión corporal, en sintonía con la música, la estética e incluso el uso de formatos videográficos, una decena de coreógrafos autóctonos con largas trayectorias internacionales a la espalda indagan en temas metafísicos que nos rodean en el día a día.

Después de balancearse entre la vida y la muerte hace un año y medio, por una experiencia personal de la que prefiere no dar detalles, el joven barcelonés Miquel G. Font reflexiona en este proyecto escénico sobre qué hay después del deceso. Todas las creaciones de su compañía Habemus Corpus están basadas en hechos reales, y 'Aire' recoge por primera vez su propio testimonio, del cual todavía le quedan secuelas.

TESTIMONIOS COMO EL DE FONT

El origen de ‘Aire’, según cuenta su creador, es la idea para una película. Esto explica que la dramaturgia incorpore múltiples cápsulas de vídeo para complementar la danza, en las que se recogen testimonios similares al de Font. Se trata de la quinta parte del proyecto Ecumenicam, una saga que nació fruto de su estancia en la comunidad de Taizé (Francia) al inicio de su carrera como bailarín y que tanto le cambió la vida.

Font, que ha forjado casi toda su carrera en el extranjero y ha formado parte de prestigiosas compañías como el Béjart Ballet Lausanne (Suiza) o Dominic Walsh Dance Theater (Estados Unidos), ofrecerá una doble función en el Mercat de les Flors, este martes y el miércoles, 12 de julio. ‘Aire’ será una de las mayores producciones de este cajón con un total de 47 personas sobre el escenario. Los ocho bailarines estarán acompañados por el Cor Ciutat de Mataró, que interpretará en vivo un réquiem compuesto por el mismo Font.

ROMPIENDO CONVENCIONES

Ocho mujeres muy diferentes entre ellas pero con un origen común conviven en la obra ‘Perra de nadie’, que llega a la Sala Hiroshima del miércoles 12 de julio al viernes 14 de julio. “Todas han salido del estómago, del corazón, de la locura de estar vivos”, apunta la creadora de la pieza, Marta Carrasco. Algunas de las protagonistas de su tercer solo son de creación reciente, pero otras ya son conocidas por el público tras haberse asomado en sus espectáculos anteriores: Lili, el personaje enfermo y desgarbado de ‘B. Flowers’, Violeta (‘Aiguardent’) o Camille Claudel (‘Blanc d’ombra'). La creadora barcelonesa las reivindica como “perras de nadie” para romper con "la connotación de puta, dejada y maltratada" que tiene el símil animal.

Con su vuelta a escena después de un largo tiempo de reflexión, Carrasco pretende recuperar la figura de una mujer compuesta por muchas. “Estas ocho mujeres forman parte de mí, viven en el interior de todos nosotros”, explica. El resultado es un espectáculo a caballo entre la danza y el teatro con una enorme carga emotiva y una escenografía simplista. "Es un gran reto tener tan pocos objetos encima del escenario”, confiesa Carrasco, quien lo atribuye a la falta de recursos económicos del teatro actual.

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