CITA MUSICAL EN EL FÒRUM

Cruïlla Barcelona, la fiesta tranquila

El festival veraniego vuelve a hacer bandera de un cartel musical integrador y un ambiente amable en su octava edición

Jamiroquai, en una imagen promocional.

Jamiroquai, en una imagen promocional.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Jordi Herreruela, director del Cruïlla Barcelona, empieza a saber con certeza qué clase de espectador abunda en su festival. "Estamos estudiando a nuestros visitantes desde hace dos años con herramientas de Big Data", nos explica por teléfono en un 'impasse' raro en su agenda de esta semana. "Curiosamente, el 60% de los asistentes al Cruïlla no va a otros festivales. Hablamos de personas que creían que los festivales no eran para ellos hasta que descubrió el nuestro".

De forma premeditada o no, muchos de los grandes festivales tienen un 'target' bastante determinado. Con su variedad de sonidos, nombres populares y un ambiente que invita a la armonía familiar, el Cruïlla se presenta como un raro caso de festival no para una tribu concreta. "Nuestro público –apunta Herreruela– es sobre todo un público de canales de 'streaming'. Puede venir por un artista en concreto y conocer solo una o dos canciones de otros, pero queda sorprendido por los grandes directos. Esa es nuestra apuesta: los grandes directos".

Desde mañana viernes, día 7, y hasta el domingo, día 9, cuando se celebrará su jornada (todavía más) familiar de despedida, el festival presentará en el Fòrum actuaciones de artistas muy diferentes pero marcados por su facilidad para ser disfrutados. Del renacido grupo funk Jamiroquai al clásico moderno del rock americano Ryan Adams, del dúo electro-pop inmortal Pet Shop Boys a las rimas irresistibles de Kase.OKase.O, de los especialistas en himnos pop festivaleros Two Door Cinema Club a la emotiva cantautora folk Ani DiFrancoAni DiFranco, casi todo en el Cruïlla parece apto para un amplio margen de público.

"Lo importante para nosotros", explica Herreruela, "es tener un cartel compensado: que haya artistas veteranos combinados con otros recientes y no se imponga un solo sonido. Si vemos que el cartel está quedando demasiado roquero, por ejemplo, tratamos de invitar a alguien de hip hop o 'world music'. Es un equilibrio delicado que este año se ha conseguido".

Como de costumbre, el ritmo irá de menos a más, como en una 'mixtape' bien modulada: "Que la propia música sea la que vaya generando la atmósfera hasta desembocar en una fiesta… Pero una fiesta tranquila". Por ejemplo, el viernes casi se empezará con Ani DiFranco y casi se acabará con la locura rap-rave de Die Antwoord.

Comodidad ante todo

Cuando hablo con Herreruela, solo dos días antes del festival, su principal preocupación no es si alguien piensa que este año han traído poco rap ("no es tan poco: están Kase.O, está Residente, incluso Die Antwoord podrían incluirse en esa liga"), sino si los asistentes se sentirán tan cómodos como de costumbre. "Para nosotros el público es un cabeza de cartel", afirma.

Un festival que ha hecho bandera de su comodidad necesita mantener el nivel año a año, y este 2017, el desafío era importante: ya se han agotado las 25.000 entradas del viernes, mientras el año pasado se vendieron 21.000 para esa misma jornada. "Hemos añadido barras y gente detrás de ellas, reforzado lavabos, mejorado la oferta gastronómica…", promete. "Queremos que el Cruïlla siga siendo el festival agradable".

"Por tradición", continúa Herreruela, "en los festivales se centraba todo el esfuerzo en el programa. Y aceptabas hacer colas infinitas, comer mal, o que el lavabo fuese una guarrada, solo por ver a una serie de artistas. Eso solo lo acepta un público muy fan". O muy joven; cuando eres joven, nada te afecta, te crees invencible. "Nosotros tenemos a un público de otras edades que solo saldrá de casa si la experiencia es agradable".

Por suerte, este año no hay cuatro escenarios, como en el 2016, sino seis para recoger al público. Se suma un escenario para figuras emergentes, situado en la carpa a la entrada del recinto, y una novedad en el Cruïlla: un espacio para DJs. "Nunca habíamos tenido algo así. Serán selectores de perfil 'roots', funk, disco, etcétera. Nos hacía gracia la idea de tener a DJs poniendo temazos con un equipo de máxima calidad”. Fiesta, pero recuerden: fiesta tranquila.