EL LIBRO DE LA SEMANA

El dia en que no murió Margaret Thatcher

Jonathan Lee muestra desde distintos puntos de vista el atentado del IRA en Brighton contra la primera ministra

ADIÓS A DOWNING STREET' Margaret Thatcher, sin perder su sonrisa que siempre parecía falsa, abandonando  su casa del 10 de Downing Street, el 27 de noviembre,  seis días después de ser fulminada.

ADIÓS A DOWNING STREET' Margaret Thatcher, sin perder su sonrisa que siempre parecía falsa, abandonando su casa del 10 de Downing Street, el 27 de noviembre, seis días después de ser fulminada.

VICENÇ PAGÈS JORDÀ

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El trasfondo de 'El gran salto' es el atentado que el IRA perpetró el 1984 en el Grand Hotel de Brighton, donde se celebraba una convención del Partido Conservador. Cinco personas murieron, aunque la primera ministra Margaret Thatcher, el objetivo principal, salió ilesa.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"'El gran salto' \/ 'El gran salt'","text":"Jonathan Lee Trads. Zulema Couso \/ Ferran R\u00e0fols Gesa Libros del Asteroide \/ Edicions del Periscopi 400 \/ 480 p\u00e1ginas 22,95 euros"}}Jonathan Lee (Surrey, Reino Unido, 1981) alterna en la novela las escenas en las que aparece Dan, uno de los militantes del IRA que puso la bomba, con escenas protagonizadas por Moose, el director del hotel. Son capítulos largos, dialogados y descriptivos, que profundizan en sus vidas y en las de los personajes que están cerca de ellos: por un lado, la madre de Dan y los jefes del IRA que lo adiestran y le dan órdenes, y por el otro Frey, la hija adolescente de Moose.

Aunque el entorno de Belfast en el que se mueve Dan tiene una relación directa con la explosión de la bomba en el hotel (y por lo tanto puede tener un componente documental), los personajes de Brighton no tienen ningún relieve político ni ideologógico. Los podemos ver como víctimas de cualquier atentado, personas que están mínimamente al día de las injusticias que suceden lejos de su casa (no habían pasado muchos años desde el 'Bloody Sunday'), y a quienes no les pasa por la cabeza convertirse, ellas, en víctimas de un ataque que no es indiscriminado pero que asume la muerte de civiles.

LOS PERSONAJES Y UNA BOMBA

Como el trasfondo de la novela es histórico, lo que queremos saber como lectores no es si estallará la bomba, sino si los personajes que vamos conociendo (padre e hija, pero también amigos y otros empleados del hotel) se verán afectados por la explosión. En este sentido, Jonathan Lee sabe dar forma a unas vidas ordinarias, como por ejemplo la del hombre separado que intenta rehacer su vida o la de la chica insegura que no sabe si ir a la universidad, y desarrollarlas con humor y verosimilitud.

Después de unos cuantos capítulos en los que la vida del activista irlandés se contrapone a la de los trabajadores del hotel, llegamos al tramo final, en el que el ritmo se acelera. Faltan pocas horas para la explosión. En Brighton, los hechos cotidianos se suceden de manera inquietante (porque sabemos que pronto habrá muertos), mientras que Dan, en Belfast, se pregunta si el artefacto funcionará, si afectará a la primera ministra, si será detenido, si tendrá que huir y cambiar de identidad. En ningún momento, no obstante, se arrepiente.

LA RESURRECCIÓN DE THATCHER

Las últimas páginas de ’El gran salto' son las más flojas. Jonathan Lee podría haber detenido la novela en el momento de la explosión o bien haber narrado las consecuencias, pero prefiere limitarse a averiguar si se salvan los personajes que hemos ido conociendo en las páginas anteriores.

Aun así, vale la pena leer este libro, un díptico entre la vida de una familia irlandesa castigada por las circunstancias y una familia inglesa que también se considera víctima pero que para el IRA es más bien cómplice pasiva. En un primer momento hace recuerda 'Terrorista' (2006), la última novela de John Updike, que intenta entender las causas por las que un joven musulmán de Nueva Jersey se convertirá en activista. Pero después recuerda a 'Las chicas' (2016), de Emma Cline, que en lugar de narrar los crímenes de la familia Manson se decanta por rescatar el ambiente de esos años. Asimismo, 'El gran salto' narra cómo se vivía en aquellos ambientes próximos -por activa o por pasiva- al atentado.

En lo que respecta a Margaret Thatcher, que apenas aparece en la novela, la bomba tuvo el poder de resucitarla políticamente.