ENTREVISTA

Dimitris Papaioannou: "La crisis ha obligado crear desde la nada"

El coreógrafo griego responsable de las ceremonias olímpicas presenta 'The great tamer', su última creación, en el Mercat de les Flors

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MARTA CERVERA / BARCELONA

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Nacido en Atenas en 1964, Dimitris Papaioannou ha firmado 23 producciones. Utiliza el escenario como una gran paleta donde juega e interactúa con materiales diversos para sorprender y cuestionar al espectador. Este domingo presenta su última creación, 'The great tamer' (El gran domador), en el Mercat de les Flors.

Empezó pintando. ¿Cómo llegó a la danza contemporánea? No es extraño viajar de las artes plásticas al teatro. Cuando tenía 19 años y estudiaba Bellas Artes conocí a mi primera profesora de danza y cogí el gusto a expresarme con mi cuerpo.

Pasó de crear dibujar figuras a crear con ellas. Los cómics me enseñaron a narrar a través de imágenes y más tarde añadí movimientos para animarlas. 

¿Utiliza siempre 'storyboards'? Ahora hago solo esbozos a modo de notas. Los grandes espectáculos sí requieren un ‘storyboard’ para asegurar todo lo que incluye el contrato. Es útil si has de planificar mucho. Pero me he percatado que soy más creativo cuanto menos sé acerca de lo que voy a hacer. 

¿Suele trabajar con el mismo equipo de bailarines? Durante 17 años trabajé con mi compañía Edafos Dance Theater. La cerré antes de ocuparme de las ceremonias olímpicas. Era difícil mantenernos sin apoyo oficial. Hice muchas cosas que no me interesaban solo para pagar salarios así que me cansé y me convertí en independiente. Pero suelo trabajar con unos bailarines a los que se van añadiendo otros nuevos, según el proyecto.

En Barcelona no le veremos bailar. Me hubiera gustado pero esta obra cuenta con 10 intérpretes y, como el proceso fue complicado, tuve que sacrificar mi papel en ella para dirigirla. 

¿Qué importancia concede al mensaje en esta nueva obra? No me gusta el concepto de mensaje en el arte. Si sintonizas con ella te hará pensar en muchas cosas. No hay respuestas, por supuesto, pero sí un deseo encriptado que quiero compartir.

¿Reiremos? Incorpora mucho sarcasmo e ironía junto con una gran dosis de amor y ternura hacia los seres humanos. La obra tiene algo de onírico, de circo retorcido.

¿Ha avanzado su carrera gracias a los JJOO de Atenas? El único avance tras dedicar tres años a las ceremonias de apertura y clausura fue dejar de lado la ambición, la vanidad y el experimentar a gran escala. Aprendí a financiarme de forma más sencilla. 

¿Algo positivo de la crisis? Gracias a ella los comisarios culturales se han fijado en Grecia. Mi reacción ha sido crear el máximo de poesía con lo mínimo. Toca en crear desde la nada, solo con la imaginación.