CITA 'INDIE' EN VILANOVA

Real Estate, lejos del mundanal ruido

El grupo de Nueva Jersey visita el Vida Festival para presentar 'In mind', otra gran muestra de pop intemporal y delicado

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JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Para alcanzar un considerable nivel de éxito, <strong>Real Estate</strong> no han necesitado estrategias propias del siglo XXI como alzar la voz, seguir las modas a rajatabla o hacer proclamas seudopolíticas. Martin Courtney eleva solo ligeramente la voz sobre trenzados de guitarras intemporales, siempre para cantar sobre cosas que son leves de una en una pero pesadas cuando se juntan: pequeños detalles vitales, gestos y emociones del día a día.

En contraste con la estridencia de tanta música de los dosmiles, su pop se mueve por parámetros de delicadeza e intimidad en su búsqueda de la emoción. Se acude a un disco de Real Estate por lo que se recupera uno de <strong>Prefab Sprout</strong>: para olvidar el mundo y la fecha en la que vivimos. Pero el sol se pone incluso en el paraíso. Formar parte de este grupo no ha sido sencillo en los últimos años. El recién aparecido 'In mind' es su primer disco sin el guitarrista Matt Mondanile, quien ha preferido concentrarse en su proyecto personal Ducktails, y sus excompañeros no parecen echarlo mucho de menos.

"Desde que se fue, todo ha ido a mejor a todos los niveles", opina Alex Bleeker (bajista). "Ahora estamos mejor en lo interpersonal y en lo musical. Sobre todo en lo musical. Se refleja mucho en las actuaciones". Según explica, quien vaya a verlos al Vida Festival (viernes, día 30, 23.30) se encontrará con "una versión renovada de Real Estate".

LOS BEATLES Y JOHN CHEEVER

Por suerte, la banda de Nueva Jersey no ha perdido todo aquello que la hacía especial. Pero su nuevo guitarrista Julian Lynch ha traído consigo nuevos matices, como se aprecia en la distorsión de 'Two arrows'. "Ese es un buen ejemplo", dice Bleeker. "También ha traído aires nuevos a las canciones pasadas. Sentimientos diferentes. Efectos diferentes. Algo más de electricidad desatada…". Por cierto, ¿'Two arrows' es el homenaje claro a 'I want you (She’s so heavy)' de los Beatles que parece? "No es un tributo directo, pero sabíamos que la gente iba a hacer la comparación. Esa 'jam' repetitiva del final es un momento icónico y, sin querer, tiramos hacia ella".

Lynch parece el mejor fichaje posible: además de ser un gran músico con reputada carrera propia, es viejo colega del líder Martin Courtney y el bajista Bleeker. Iba a ser fácil acomodarlo al clan. Los tres ya habían tocado juntos en un grupo de instituto llamado The Enormous Radio, por la historia de John Cheever sobre una radio que permite a sus dueños escuchar las conversaciones vecinales. ¿Por qué esa historia en concreto? "Espera, he de preguntarle a Julian". Siguen ruidos extraños y un grito afónico al fondo: "JULIAN, ¿POR QUÉ 'THE ENORMOUS RADIO'?". Un rato más de psicofonías, luego una respuesta concisa: "Es una historia muy guay, dice".

DEMOCRACIA EN EXPANSIÓN

Bleeker, como el prófugo Mondanile, Courtney (quien graba en solitario) y Lynch, tiene una carrera aparte: es el líder de Alex Bleeker & The Freaks. Es decir, sabe componer sus propias canciones, aunque en 'In mind' solo haya una suya, 'Diamond eyes', cantada por él mismo. ¿Confía poder aportar más temas en el futuro? "No existe una política estricta al respecto. El compositor principal es Martin, pero todos contribuimos a cada tema y podemos sugerir nuestras propias composiciones".

Cuando compuso 'Diamond eyes', Bleeker tenía en mente a… Los Indios Tabajaras. "No solo con esa canción. Los tenía en la cabeza todo el tiempo. Hace poco me he ido a vivir a la costa de California, y allí tengo un amigo que colecciona discos comprados por un dólar. La mayoría son horribles, pero con la versión de 'Johnny Guitar' de Tabajaras aluciné bastante. Me puse aquel disco cada día. Es un poco folk, un poco jazz, la clase de música que me apetece escuchar a todas horas".