CUARTA EDICIÓN

El gran salto del Vida Festival

La cita alternativa de Vilanova i la Geltrú casi duplica este año el presupuesto para bandas y suma un nuevo escenario

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JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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El Vida. Llevando la contraria a <strong>Julio Iglesias</strong>, el festival musical de Vilanova i la Geltrú evoluciona y crece en su cuarta edición, la "más ambiciosa", en palabras de Dani Poveda, jefe de todo esto. El evento, que nació de las cenizas de aquel íntimo Faraday desarrollado durante diez años con más entusiasmo que instinto empresarial, da este año un salto considerable en cuanto a oferta musical y de servicios.

Poveda asegura que, como empresarios, él y sus socios siguen siendo raritos: "Si hay ganancias, las invertimos en mejorar el festival en lugar de pensar en nuestro beneficio". De entrada, se han podido permitir mejorar el presupuesto para bandas: de los alrededor de 350.000 euros del 2016 han saltado este año a los 605.000.

Eso ha permitido reforzar la fiesta inaugural del jueves, hasta casi convertirla en otra jornada central. Habrá conciertos en varios escenarios, entre ellos los de unos ídolos soft-pop como Phoenix, el grupo de blues pantanoso Guadalupe Plata o un Joan Miquel Oliver al que no pesa la sombra de Antònia Font. "La gente nos decía que disfrutaba mucho el Vida –explica Poveda–, pero también que se les pasaba rápido. Queríamos reforzar la inauguración, pensando en ese público devoto del baile, la electrónica, el rock de garaje… Gente que llega el primer día y ya lo da todo".

Si el año pasado había un claro cabeza de cartel internacional, Wilco (quienes abren Cap Roig el 7 de julio), este año topamos con más de uno: a Phoenix se unen Fleet FoxesThe Flaming LipsDevendra Banhart… O nombres quizá no tan grandes, pero de culto amplio y merecido, como los nuevos maestros del jangle-pop Real Estate o las también excelentes Warpaint. "Tener a Fleet Foxes es como una confirmación de que estamos logrando lo que buscábamos. Desde el principio queríamos tenerlos. Su pop pastoral encaja a la perfección en el paisaje del Vida", es decir, la bicentenaria Masia d'en Cabanyes y su bosque cercano.

Escaparate nacional

Poveda se siente igualmente orgulloso de "haber sido los primeros en anunciar a Rosalía y Raül Refree en un festival". La siempre abundante pero selecta representación nacional incluye a MishimaEnric MontefuscoSenior i El Cor LomaxLos Punsetes o Lidia Damunt, quien tocó en el Faraday hace nueve años (el tiempo vuela, como decían Los Pekenikes).

A nivel de géneros, se observa prevalencia clara de pop, rock y folk, pero los cierres serán danzones. "Era algo que pedía el público: más baile y fiesta, algo que este año tenemos asegurado con Erol AlkanJohn Talabot The Magician". También se debería poder mover el esqueleto en el Vida Club, un nuevo escenario ("la niña de mis ojos", dice Poveda) con sesiones a cargo de gente de sellos locales o festivales afines como el inglés End Of The Road. "Es un homenaje a esa gente que hace que la música desconocida se dé a conocer".

El Vida Club dará cobijo a 1.000 de las 6.000 personas adicionales que el festival espera recibir este año; en total unas 32.000, crecimiento considerable respecto a las 26.000 del 2016. Poveda quiere calmar posibles temores: el Vida será, todavía, ese festival que enarbolaba su carácter acogedor como diferencia. "Para nosotros es básico seguir con ese concepto. Habrá más barras, mejor oferta gastronómica, mucha gente para ayudar en todo lo que haga falta".

No lo llames familiar

Cuando le hablo del Vida como un festival de "carácter familiar", Poveda se inquieta un poco. "No me gusta cuando la gente habla del Vida como un festival familiar. Nosotros solo queremos tratar al público como personas. De ahí a llamarlo familiar…". Pero el caso es que venden abonos familiares y hay un espacio, el Nido, pensado para los niños. "Y para los padres, pero tampoco un aparcacríos".

El relevo generacional parece importante para el festival: "Cuando viene gente joven me encanta", dice su director. "Cuando vienen aquí descubren cómo debería ser un festival". De momento no deberían preocuparse por la renovación de público: los abonos llevan agotados desde principios de junio y, al cierre de esta edición, quedaban menos de 500 entradas para viernes y sábado.

Debajo, 'playlist' oficial del Vida Festival en Spotify.