La OBC se alía con el Palau para impulsar la música catalana

Kazushi Ono dirige un programa con dos estrenos, uno de Cervelló y otro de Granados

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MARTA CERVERA / BARCELONA

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La <strong>Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC)</strong> y el <strong>Palau de la Música Catalana</strong> se han aliado para impulsar la música catalana. Este jueves, el auditorio modernista acoge el concierto extraordinario de Palau 100, su ciclo estrella con un interesante programa que dirigirá Kazushi Ono, titular de la OBC, que incluye dos estrenos. Por un lado está el 'Concerto di maggio', una obra para piano y orquesta de <strong>Jordi Cervelló </strong>(Barcelona, 1935) que contará con la venezolana Gabriela Montero como solista. Por otro, 'Torrijos', de Enrique Granados (1867-1916), pieza de música incidental para orquesta y coro que la OBC ha grabado para Naxos con la música orquestal del compositor, con Pablo González, ex titular de la formación, al frente. Al igual que en el disco, el Cor Madrigal cantará con la orquesta en el Palau.   

'Catalonia', de Isaac Albéniz (1860-1909), y 'Desintegracó morfológica de la Xacona de Bach', de Xavier Montsalvatge (1912-2002) completan un programa que apuesta tanto por las creaciones actuales como por la recuperación de obras más antiguas.

OBRA INTENSA

Ono, que recientemente ha sido distinguido en Francia como Officier de l'Ordre des Arts et des Lettres, define la obra de Cervelló "como una conversación entre la serenidad y la metafísica llena de intensidad, con una extraña destrucción de la armonía". 

"El maestro Ono ha entendido muy bien la obra", señaló Cervelló, encantado con lo que escuchó en el primer ensayo. Compuso la pieza en el 2009 inspirándose en sus vivencias como estudiante en Florencia. El primer movimiento que invita "al relax" es "lento, un poco triste y oriental". El segundo juega con el contraste de ritmos y con el protagonismo del piano. "Es una pieza virtuosa y difícil para la solista, una intérprete que aprecio", destaca respecto a Montero, afincada en Barcelona. El último movimiento con "algo de inspiración en el folclore" es "muy alegre pero también un poco pasota", afirma su creador.

FUTURAS COLABORACIONES

Para la OBC regresar al Palau supone reencontrarse con su primer hogar. La formación, heredera de la Orquestra de Pau Casals, realizó toda su trayectoria en la sede del Orfeó Català antes de trasladarse a su propia casa, el Auditori, en 1999.

Tanto los máximos responsables de la OBC como de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música van a mantener una estrecha colaboración en el futuro para potenciar el repertorio catalán. "Un comité de lectores de partituras determinará qué obras interpretar", aclaró Víctor García de Gomar, director artístico adjunto del Palau.