CRÓNICA DE CONCIERTO

Canto de esperanza de Joyce DiDonato

La mezzo emociona al Liceu con 'En guerra y paz', un espectáculo multidisciplinar con arias del barroco

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CÉSAR LÓPEZ ROSELL

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En medio del caos, apeló a la esperanza. Joyce Di Donato emocionó el domingo al Liceu con el recital barroco 'En guerra y paz, armonía a través de la música'. La mezzo de Kansas, que planeó este proyecto multidisciplinar como respuesta a los atentados de París del 2015, deslumbró al público barcelonés no solo por su extraordinario momento de forma, sino también con la belleza y elegancia de una propuesta que aúna música, teatro, danza y proyecciones de vídeo.

"¡Bravo Joyce!". El público del Gran Teatre, que ha adoptado a la cantante estadounidense como a una de sus artistas más queridas, no cesaba de aclamarla al final de la velada, conmovido todavía por la sinceridad del discurso pronunciado sobre su trabajo, grabado en disco. Frente a la opción de caer en el pesimismo ante lo que sucede, DiDonato se presenta como "una optimista beligerante" en su deseo seguir luchando por la paz. No dejó pasar, por ello, la oportunidad de lamentar la última muestra de barbarie terrorista de Londres.

LEJOS DE LAS CONVENCIONES

Con la extraordinaria complicidad de la formación Il Pomo d’Oro dirigida por Maxim Emelyanichev, Joyce DiDonato ha construido un espectáculo de gran belleza estética y conceptual, que realza la expresividad de sus interpretaciones. Hay que aplaudir su decisión de aplicar un formato alejado de los recitales convencionales, tan repetitivos e incluso aburridos. La participación del bailarín y coreógrafo Manuel Palazzo en el montaje contribuye a realzar el clima de las historias de las piezas seleccionadas conectando con la esencia de su mensaje. Una magnífica iluminación y el vestuario de la artista, diseñado por Vivienne Westwood, completan eficazmente la producción.

En una primera parte dedicada a la guerra, la artista desplegó todo su arte para mostrar con bravura el dramatismo de 'Scenes of horror, scenes of woe' de Händel o 'Prendi quel ferro, o barbaro!' de Leo, y mostrar su dominio de los líricos lamentos, con el de Dido. Igualmente impresionante fue su recreación, en el apartado correspondiente a la paz, de 'Augelletti, che cantate'  respaldada por la brillante flautista Anna Fusek, y su facilidad para las agilidades con 'Da tempeste il legno infranto', aria de Cleopatra en 'Giulio Cesar', de Händel.

No hay problemas para ella ni en los registros más pausados ni en los que exigen virtuosa pirotecnia. En las propinas, tras una soberbia versión de 'Par che di giubilo' de Jommelli, DiDonato deslumbró con el canto de esperanza de la bellísima 'Morgen' de Richard Strauss, desplegada con una musicalidad y un gusto exquisitos.