Los dragones reviven en París

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Yago Grela

Los dragones reviven en París gracias a la exposición Dragonland que, desde hoy y hasta el próximo 3 de septiembre, permitirá a los visitantes recrearse ante una treintena de réplicas mecanizadas de estos animales mitológicos.

"Estamos viviendo la era del boom de los dragones", dijo a Efe el artista argentino Gustavo Cabral, quien recordó la presencia de estos seres en películas talliqueras como el Hobbit o series como Juego de Tronos.

Desde el parque de exposiciones de la Puerta de Versalles de París, la muestra expone 30 tipos de dragones de diferentes culturas, como el Quetzalcoatl mexicano, el Ryu asiático, el Apophis egipcio o el Apala indio.

Muchos de ellos diferentes del concepto de dragón que se tiene en Occidente, donde "la imagen del dragón europeo" es la que domina, matizó el artista argentino.

Cabral, también conocido como "Ciruelo" o "el señor de los dragones", es uno de los dibujantes de fantasía más importantes del momento, habiendo trabajado para George Lucas o ilustrando el libro Eragon, de Christopher Paolini, entre otros.

Para este especialista en dragones, el mejor es el blanco, ya que "representa la pureza, la armonía, y la unión entre el ser humano y el dragón", explicó frente a la representación mecanizada de este tipo de criatura legendaria.

La exposición está dividida en dos partes, la primera de caracter didáctico dedicada al descubrimiento de las leyendas, y la segunda, más visual en la que los visitantes se encuentran frente a frente con los dragones que llegan hasta los cuatro metros de alto y los siete de largo.

A pesar de que el dragón es una creación de la imaginación, al lado de cada réplica se explica el lugar de origen de este, su historia, y sus características, como si de un museo de historia natural se tratase.

Durante la visita, los asistentes pueden observar un pequeño vídeo donde un padre y una hija hablan sobre estos seres mitológicos mientras intentan dibujar uno y pasearse por las salas de la parte didáctica de la exposición, aprendiendo detalles de estos monstruos u observando pequeñas esculturas.

También es posible visitar la reconstrucción de la tumba M45 de Xishurpa, descubierta hace 30 años y en la que una persona fue enterrada hace 6.000 años junto a un dibujo realizado con conchas y considerado la representación más antigua conocida de un dragón.

Otro espacio para no perderse son una especie de mazmorras, con una decoración sublime y en la que dragones robotizados se mueven y rugen ante la mirada de los asistentes, todo ello bajo un ambiente protagonizado por las luces, las sombras, y el humo.

A pesar de que la exposición está orientada para los más pequeños, la organización cree que es interesante para todas las edades.

"Hay que aprender, pero se puede hacer de manera divertida", señaló.

Se prevén que 200.000 personas visiten la muestra durante los tres meses que está patente.

Los asistentes del evento también pueden cruzarse con réplicas de unas de las protagonistas de la capital francesa, las gárgolas, incluso llamadas dragones urbanos, y que se sitúan sobre los tejados de la catedral de Notre Dame, a pocos kilómetros del parque de exposiciones donde tiene lugar este evento.