ESTRENO

Celebraciones amargas en La Villarroel

La sala estrena 'Els tres aniversaris', un texto contemporáneo de Rebekka Kricheldorf con guiños a Chéjov

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MARTA CERVERA / BARCELONA

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La Villarroel ha estrenado 'Els tres aniversaris', una potente obra de la autora alemana Rebekka Kricheldorf con aroma a Chéjov. La pieza, un drama existencial y familiar servido con fina ironía, tiene muchos puntos de conexión con 'Las tres hermanas' y con otros personajes del universo chejoviano.

"La obra habla de una familia rica venida a menos incapaz de hacer nada para cambiar su situación", ha explicado Jordi Prat i Coll, director de este montaje surgido fruto del empeño de Joan Negrié, actor y productor de la modesta Sala Trono de Tarragona. Fue él quien descubrió el texto en una lectura en Roma y luchó para levantar el proyecto rodeándose de un sólido equipo de actores -Anna Alarcón, Rosa Boladeras, Miranda Gas, Victoria Pagès y Albert Triola- y de coproductores: La Villarroel, Teatres de Tarragona, Teatre Bartrina de Reus y Teatres de Valls. 

La obra habla de una curiosa familia cuyos padres, fallecidos en un accidente hace una decena de años, eran unos intelectuales que pusieron a sus hijos nombres extraídos de las obras de Chéjov. "Ninguno de ellos está satisfecho con su vida actual pero tampoco hace nada para cambiarla", señala el director. Para ellos, como para los personajes chejovianos, los años pasan sin que nada cambie. Son prisioneros del tedio en pleno siglo XXI.

EDUCACIÓN Y RIQUEZA

La educación, la riqueza, el sistema laboral y social son algunos de los temas que aborda el texto. La autora expone el declive de esta familia veida a menos a través de las celebraciones del cumpleaños de un miembro de la familia, Irina (Rosa Boladeras). Ella es una mujer guapa e inteligente que aunque dice desear el amor en realidad solo piensa en estudiar. "En el texto original los personajes son diez años más jóvenes. Nosotros lo hemos cambiado para acentuar su patetismo", comenta el director. En su versión Irina cumplirá 38, 39 y 40 años.

Pero ella no es la única insatisfecha de la familia. Olga (Victòria Pagès), una mujer que ha llegado a ser directora del colegio donde ejercía como maestra, lamenta que no haya nadie mejor que ella para el puesto. En lugar de verlo en positivo, se empeña en proclamar que eso le pasa por trabajar con mediocres. Masha (Anna Alarcón), la única hermana casada, considera el matrimonio como una condena y se encaprichará de Georg (Albert Triola), un amigo de su hermano cuya existencia está marcada por una esposa con tendencias suicidas.

El único miembro masculino de las tres hermanas es Andrei (Joan Negrié), un hombre con muchas ideas para una gran novela que solo existe en su cabeza, pura teoría. Eso sí, desde su boda con Janine (Miranda Gas), una choni que conocido en el bar y con la que la familia no para de aumentar, ha tenido que empezar a trabajar en algo relacionado con la cultura en el ayuntamiento. 

PREOCUPANTE REPETICIÓN

La obra consta de tres actos. En cada uno se celebra un cumpleaños distinto. "En el primero, con un tono más vodevilesco, te ríes. En el segundo, cuando se empiezan a repetir frases y cosas, la cosa cambia. Ya no hace tanta gracia. Y en el último acto, el más chejoviano, el vacío es patente. Aun así, no es una obra lacrimógena porque hay mucha ironía", apunta el director satisfecho con la reacción del público en las comarcas de Tarragona.

En La Villarroel el montaje deberá adaptase a un escenario con público a dos bandas pero no será un problema. "La escenografía es muy conceptual".