El libro electrónico cae de nuevo en el Reino Unido, con un descenso del 17% en el 2016

Las ventas de libros físicos vuelven a crecer, pero los lectores siguen dejando de leer novelas (con una caída del 23% desde el 2012)

Jeff Bezos, con uno de sus Kindle.

Jeff Bezos, con uno de sus Kindle. / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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La Asociación de Editores del Reino Unido acaba de hacer públicas sus estadísticas del año 2016. Y por segundo año consecutivo las ventas de libros electrónicos han caído, en esta ocasión un 3% si se contabilizan audiolibros, libros de texto y materiales educativos, aunque la cifra escala hasta una caída del 17% en el caso de los 'consumer ebooks', los títulos de ficción y no ficción dirigidos a los clientes de las librerías electrónicas. El descenso, que tiene paralelismos en el otro mercado 'maduro' de los libros electrónicos, el de Estados Unidos, sigue siendo, no obstante, una incógnita estadística: se desconoce si este descenso del libro electrónico comecializado por editores convencionales, que en esos dos mercados han aumentado sus precios en los últimos años, se compensa o no con un crecimiento del 'ebook' 'autoeditado' dentro de plataformas cuyos datos son opacos, como Amazon.

La asociación de editores incluye tanto los editores de libros como de publicaciones periódicas: agrupando ambas ramas del negocio, su facturación ha crecido un 7%, con un crecimiento del 6% del negocio digital. En el caso del libro electrónico en sentido amplio, la facturación ha caído un 3%, hasta los 538 millones de libras. Sin embargo, esta evolución va por barrios: ha caído un 17%, hasta los 204 millones, en el caso de los libros de 'librería', mientras que ha aumentado un 6%, hasta los 277 millones de libras, en el caso de los libros académicos y profesionales, ha crecido un 28%, pero con una modesta cifra de negocio de 16 millones de libras, el consumo de audiolibros.

A su vez, el crecimiento del libro impreso (un 5%, con 1,800 millones de libras) se debe básicamente al buen comportamiento del libro infantil (un 16% más, hasta los 365 millones de libras) y de la no ficción (un 9%, ascendiendo hsta los 884 millones de libras), mientras que la ficción sigue perdiendo peso continuamente: en el 16% las ventas de novelas cayeron un 7%, hasta 525 millones de libras, acumulando una caída del 23% desde el año 2012. 

A parte de las dudas sobre si la caída del libro electrónico se debe o no a una fuga hacia la autopublicación o si es un descenso en términos reales, otra tendencia pesa fuertemente: la falta de 'glamour' de las pantallas de los lectores de libros electrónicos frente a otros contenidos digitales en teléfono o tabletas especialmente entre el público infantil y juvenuil, mucho menos proclive a la lectura electrónica de lo que se esperaba. 

¿FATIGA DE PANTALLA?

En declaraciones al diario 'The Guardian', el director de la asociación, Stephen Lotinga, ha argumentado que la audiencia siente "fatiga de pantalla" por el gran número de dispositivos que maneja, y decide prescindir de algunos de ellos (empezando por el 'e-reader') y optar por la lectura del libro físico como descanso y desconexión mientras las pantallas de tabletas y teléfonos se reservan para otros usos.

En España, mientras tanto, con una cuota de mercado cercana al 5% (por debajo del 25% que alcanzó el libro electrónico en su pico en los dos grandes mercados anglosajones), las ventas aún no han tocado techo. Se debe tener en cuenta también que, pese al prejuicio establecido, en estos momentos las novedades literarias se lanzan al mercado 'online' a un precio más reducido en España que en Estados Unidos en sus primeras semanas de venta. En este caso, más que fatiga de pantalla, parece que la causa más plausible sería precisamente la competencia de la ficción en las pantallas, especialmente las series de TV.

Mientras, las últimas cifras llegadas desde EEUU (las del noviembre del 2016, difundidas el pasado 14 de abril) señalaban un incremento de las ventas de libros acumulada de solo un 0,5% respecto a los 11 primeros meses del año anterior, con un descenso del 2,1% de los libros para adultos, un incremento del 5,8% en infantil y juvenil y, lo que es más significativo, un incremento del 6,5% en los libros de bolsillo, un 2,1% en los de tapa dura, y un 29,2% en los audiolibros, frente a un descenso del 16,4% en los libros electrónicos. 

De nuevo, esta cifra solo refleja el mercado de las editoriales afiliadas a la Asociación de Editores de Estados Unidos (AAP), no el mercado autopublicado, sea realmente independiente o a través de Amazon.