ESTRENOS DE CINE DE LA SEMANA

Crítica de 'Guardianes de la galaxia Vol. 2': antológica imaginería pop

James Gunn vuelve a clavarla en la segunda entrega (épica, juguetona y dionisíaca) de las aventuras del grupo de macarras galácticos de Marvel

BEATRIZ MARTÍNEZ

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La primera parte de 'Guardianes de la galaxia' supuso un soplo de aire fresco para el universo Marvel. Su tono juguetón y dionisíaco se alejaba de todas esas diatribas existenciales cargadas de grandilocuencia expresiva que habían caracterizado buena parte de las películas de superhéroes en los últimos tiempos (algo que afortunadamente ya se había encargado de dilapidar 'Iron Man' gracias a su espíritu irónico). Al mismo tiempo, aportaba una renovación de personajes con una fuerte personalidad sin necesidad de estar protagonizados por estrellas de Hollywood.

Su fórmula funcionaba como un auténtico tiro: aventuras espaciales en la mejor tradición de la 'space opera' recogida de la literatura 'pulp', un diseño de aliento retro y nostálgico salpicado de grandes éxitos musicales de los 70 y 80, ritmo impecable a la hora de construir el relato a partir monumentales set pièces de acción y unos personajes que eran puro carisma y cuya fuerza no se diluía en ningún momento dentro de todo ese marasmo de contundencia escénica.

El director y guionista James Gunn, consciente de las expectativas creadas, ha optado por seguir una línea continuista a la hora de mantener los ingredientes principales que caracterizaron la primera parte sin perder un ápice de su personalidad. 'Guardianes de la galaxia Vol. 2' se convierte así en una pieza de una enorme complejidad tanto narrativa como formal resuelta con ingenio y muchas dosis de energía. Las relaciones entre los personajes se vuelven más profundas, sus conflictos adquieren dimensiones casi de tragedia griega y aunque en algún momento parece que este carácter más trascendente vaya a repercutir en la rapidez y el tono chispeante de la propuesta, lastrando su ritmo interno, lo cierto es que consigue sortear la tentación sentenciosa para centrarse en la aventura en estado puro con un toque de emoción, que es precisamente a donde nos conduce la reflexión en torno a la naturaleza de cada uno de los protagonistas, a que terminemos queriéndolos todavía un poco más.

El resultado es una película fastuosa a nivel visual, casi una sinfonía cósmica de colores psicodélicos de una enorme belleza, con un sentido de la épica rutilante, con canciones que cuando suenan nos llevan directamente a las estrellas y muchas pequeñas sorpresas que van aumentando el carácter icónico de todo el imaginario pop que se configura a su alrededor: desde bebé Groot hasta la aparición de Sylvester Stallone pasando por los guiños autoparódicos de Kurt Russell, 'Guardianes de la galaxia Vol. 2' vuelve a ser una apuesta de entretenimiento ganadora.