'Collonar': el último tabú del Empordà

Adrià Pujol dedica 'La carpeta és blava' a una actividad muy practicada pero poco divulgada, el secreto mejor guardado del humor ampordanés

Josep Pla, un gran 'collonador'.

Josep Pla, un gran 'collonador'. / periodico

VICENÇ PAGÈS JORDÀ

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Adrià Pujol Cruells (Begur, 1974) es autor de los libros más extraños de la literatura catalana reciente: una biografía del pedómano Joseph Pujol, un volumen sobre exvotos, un libro de cuentos que giran sobre sí mismos. También ha cogido la novela que Georges Pérec escribió en francés sin la letra 'e' y la ha traducido al catalán sin la 'a'. Su territorio literario, no obstante, es el Empordà: como Josep Pla lo utiliza para proyectar en él autoficciones. Le ha dedicado una guía personal, un libro de recuerdos y ahora, para remachar el clavo, un ensayo ficcionado sobre el humor ampurdanés con un título metahumorístico: 'La carpeta és blava'.

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El libro está dedicado a una actividad muy practicada pero poco divulgada: 'collonar' (en algunos lugares, 'acollonar'). Una definición provisional podría ser la siguiente: “Reírse del prójimo para bajarle los humos". A medio camino entre las memorias y la investigación, Adrià Pujol sigue la pista a través de la historia, la geografía, la filosofía, la etnología y la literatura. 'Collonar' es un “contrapès a les ínfules”, es creativo, es conservador, es racional, es rural, es pillo, es triste, es masculino, es grupal, es ampurdanés. Es aquel humor de Pla, de Dalí, de Fages de Climent, de Ventura Ametller. Es el secreto más bien guardado, ya que no aparece en los diccionarios, ni nadie habla o escribe de él, pero todo el mundo lo conoce y lo practica.

Como buen antropólogo, Adrià Pujol desgrana un tabú, pero como buen indígena se pasa tres pueblos y llega un momento en el que ya no queda claro si el autor 'collona' al lector o si se 'collona' a sí mismo. De hecho, 'La carpeta és blava' es una 'collonada' erudita que pretende ilustrar un concepto al cual nos podemos acercar pero que en esencia se nos escapa. Volvamos a intentarlo: “Una barreja d’ironia i d’humor negre única, acompanyada amb una rodella de surrealisme i un raig de violència”. 'Collonar', en definitiva, es local y es universal, es el urinario de Duchamp, es el banco del 'si-no-fos', es el “savi” o “artista” utilizados como arma arrojadiza, son las conversaciones entre los rángers de 'Comanchería', amigos íntimos a base de insultos hiperbólicos, barrocos -de ficción. En casi 300 páginas, Adrià Pujol ha dado vueltas y vueltas a una figura que no permite el acceso ni en serio ni en broma. Un libro de culto.