Núria Feliu, la memoria del 'cuplet'

La intérprete evocó los clásicos del género en el espectáculo 'El cafè de les 'cantantes'', que compartió con sus sobrinas dentro de Barnasants

Núria Feliu en Barnasants.

Núria Feliu en Barnasants. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Núria Feliu volvió a cantar, a recitar y, sobre todo, a ser Núria Feliu, que no es poca cosa, sobre un escenario y entre los suyos. Evocando los días del ‘cuplet’ y expresándose también a través de sus tres sobrinas, Marina, Mireia y Eulàlia, con las que formó un vivificante equipo familiar este sábado en el Casinet d’Hostafrancs, acogido por el festival Barnasants.

El hilo conductor lo pusieron sus historias de la bisabuela Carolina, que emigró al Brasil dos veces y que entre ambos viajes regentó el ‘Cafè de les ‘cantantes’’. Después de aparecer entre el público entonando ‘Jo us he reconegut’, de su álbum de homenaje a Mistinguett (1971), Feliu dejó que Marina bailara al son de ‘Alexander’s ragtime band’, de Irving Berlin, que Mireia se pusiera sentimental cantando ‘La Carmeta’, de Serrat, y que Eulàlia, la actriz, la armara con sus metáforas picantes a costa de las hortalizas que despachó durante un tiempo Carolina en el mercado. La bisabuela era “una dona amb caràcter”, destacó Núria Feliu. “Si ara estigués aquí, la Colau ja podria plegar”, aventuró.

DOBLES SENTIDOS

Nos vino a decir que el ‘cuplet’, en catalán, era más recatado que el cuplé en castellano “que se cantaba en El Molino”, con letras sobre “pulguitas” y otras picardías. “No, las canciones en catalán hablaban de ‘caramelles’, de los ‘tres tombs’ y de fuegos artificiales”, aclaró, si bien en algunas se colaban dobles sentidos que, cuando, en 1970, grabó el disco ‘El cuplet a Barcelona’, la censura franquista no pasó por alto.

Cantar, Feliu no cantó mucho: recitó con sentimiento los textos de famosos ‘cuplets’ y en ciertos momentos la lectura tomó un cariz melódico secundado por el pianista. ‘Les caramelles’, ‘Els tres tombs de Sant Antoni’ y ese ‘Tot pel pis’ tan actual, en el que una boda corre peligro por culpa de los rigores del mercado inmobiliario. ‘La Marieta de l’ull viu’, entonada desde el patio de butacas.

El momento cumbre llegó con ‘El vestir d’en Pasqual’, tan estrafalario él, con su “’sobretodo’ amb farbalans” y el chaleco en que “hi duu cigrons per botons”, según el texto de Joan Misterio, cantado con toda teatralidad, aquí sí, por la tía y las sobrinas, y el presentador, Albert Torras, que llevaba un loro disecado pegado a la solapa en honor a las exóticas aventuras de la antepasada. Para terminar, Feliu sacó del baúl (o de YouTube) el vídeo de ‘Cançó de Sants’, que en los 70 compusieron para ella Guillem d’Efak y Antoni Parera Fons. Buen humor, melancolía y un grito final por “el nostre poble de Sants”.