CITA CON LA HISTORIETA

El cómic crece, se expande y gana pedigrí

El sector gana lectores y aumenta ventas, facturación y títulos editados mientras el Institut Ramon Llull augura ayudas a la promoción en el extranjero a partir del 2018

Visitantes mirando libros en un estand del Salón del Cómic, este sábado.

Visitantes mirando libros en un estand del Salón del Cómic, este sábado. / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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La lluvia sobre Barcelona, lejos de acobardar a los visitantes del Salón del Cómic, parecía que, como las plantas que se riegan, les ayudará a crecer y dar sus frutos, igual que al sector de la historieta, que a tenor de diversos indicadores vive un momento dulce. La afluencia del jueves y viernes fue buena y las entradas del sábado se agotaron por primera vez en su historia, y la 35ª edición del festival, a la espera del balance definitivo del domingo, iba camino de revalidar y superar la cifra de visitantes del 2016 (118.000).

Ya lo avanzaba hace una semana el director del certamen, Carles Santamaria. “Es el salón más ambicioso”, con más de todo respecto al año pasado: exposiciones y actividades de todo tipo, expositores (197; 26 más), espacio (50.000 metros cuadrados; un 10% más), presupuesto (872.000 euros; 102.000 más). En las dos ediciones anteriores, las editoriales presentes cerraron balances muy positivos de ventas en sus estands, confirmando que los visitantes llegaban con más ganas de gastar que en años previos y la tónica de la recuperación tras la crisis.  

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/1\/7\/1491069925471.jpg","author":"RICARD CUGAT","footer":"La lluvia de este s\u00e1bado no impidi\u00f3 a los visitantes disfrutar del Sal\u00f3n del C\u00f3mic. \u00a0"}}

EL MANGA, A FIRA GRAN VIA EN 2018

Y no solo es el Salón del Cómic sino también el del Manga, que crece cada año y al que no le son necesarias las subvenciones públicas que sí recibe su ‘hermano’ (aunque en este caso las aportaciones de Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y Ministerio de Cultura solo supongan un 17% de su presupuesto). El 2016 el salón del cómic japonés alcanzó el récord de 142.000 visitantes y Ficomic, que organiza ambas citas, ya confirma, según Santamaria, la voluntad clara de trasladar el manga del 2018 a Fira Gran Via para zanjar los recurrentes problemas de aforo y colas de Fira Montjuïc.     

Y lo que refleja el Salón va en sintonía con las últimas cifras oficiales del sector, del 2015. Según el Informe de Comercio Interior del Libro en España del 2015, que edita la Federación de Gremios de Editores de España, la facturación del cómic fue de 60,68 millones de euros (un 3,2% más que en el 2014) y la venta de ejemplares registró un incremento del 19,1%. 

También creció el número de títulos editados (el 8,7%) y bajó el número de ejemplares por título (-8,7%), siguiendo la tónica general del sector del libro, de editar más títulos pero con menor tirada que favorecer la continua rotación de novedades en librerías. El precio medio por ejemplar bajó hasta los 7, 23 euros, lo que ayuda a favorecer la compra.  

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/3\/7\/1491069925673.jpg","author":"RICARD CUGAT","footer":"El dibujante Jan, creador de Superl\u00f3pez, firmando ejemplares de Pulgarcito, este s\u00e1bado en el Sal\u00f3n de C\u00f3mic.\u00a0\u00a0"}}

Otro indicador del gremio alimentaría la tesis de la dignificación del cómic que se siente tanto en autores como en editores y los propios lectores. Aumenta la percepción por parte del consumidor generalista de que los tebeos ya no son, solo, cosa de niños. El cómic se ha hecho adulto, en todos los sentidos, y ha ganado pedigrí,o lo ha hecho valer. La creatividad de guionistas y dibujantes en España, que para muchos vive una edad de oro, se traslada a los puntos de venta. Si en el 2011 uno de cada tres cómics se vendía en librerías (el 33%), en el 2015 solo fue el 15%. Lo que ha ocurrido es un trasvase de las ventas de los quioscos y pequeñas librerías hacia las cadenas de librerías generalistas (léase Fnac, Laie, La Central, Casa del Libro o Corte Inglés), con los cómics colocados al mismo nivel que la novela o los libros de ensayo y no mezclados con los libros infantiles y juveniles.     

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Para Santamaria, “la explicación del crecimiento del salón liga con el crecimiento de la industria”, en una rueda de retroalimentación. “Cada vez hay más interés y más lectores de cómic. A esto ayuda que cada vez sale más en los medios de comunicación y por tanto tiene más repercusión y difusión social. Así, las empresas se animan a venir y eso hace el salón más espectacular, con más oferta. Y a nosotros nos permite también aumentar las actividades culturales, lúdicas y pedagógicas para seguir creando nuevos lectores”. 

“El número de talleres, conferencias, visitas a las muestras... de los grupos escolares, que vienen el jueves y el viernes, ha crecido exponencialmente. Ha habido hasta 500 niños participando simultáneamente cada hora en una actividad”, apunta Jordi Ojeda, impulsor de la oferta destinada a los chavales y que este año comisaría la exposición de los aviones y la de Gaudí. 

PROMOCIÓN EN EL EXTRANJERO DE LA MANO DEL IRL

Volviendo al sector, teniendo en cuenta que el 90% del cómic que se hace en España se edita en Catalunya, Ficomic, organizadora del Salón, ha logrado un compromiso por parte del Institut Ramon Llull para el 2018 que esta semana ha defendido su director, Manuel Forcano. “Queremos tomar como modelo lo que ya viene haciendo el Institut de la Llengua i la Cultura de les Illes Balears (Illenc), para promover el cómic desde Catalunya hacia el extranjero. La idea es llevar el cómic que se hace aquí a ferias internacionales (en primera instancia al festival de Angulema, en Francia) creando ayudas a la movilidad de autores y editores”. Ello seguiría el ejemplo de las iniciativas que el Llull realiza con el resto del sector editorial, con desembarcos y presencia en ferias como la del libro de Fráncfort o la de la literatura infantil y juvenil de Bolonia (que empieza este mismo lunes). “Queremos recoger las demandas del sector y ayudarlo a crecer y a su internacionalización”. 

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¿Y cuál es el trabajo que viene realizando el Illenc? Lo detalla su director, Josep Ramon Cerdá, que estos días está en el salón de Barcelona, donde la institución tiene un estand, con 40 dibujantes de las Baleares firmando y con la presencia de cinco editoriales de cómic de las islas -Dolmen, Ominiky, Disset, Edicions del Despropòsit y Autsaider Cómics-. “Tenemos una política insitucional hacia el cómic, promoviéndolo en ferias como Angulema (ya fueron en el 2005 y los últimos cuatro años no han faltado), donde montamos también exposiciones y actividades paralelas, pero también en otras más pequeñas de toda Europa como en Helsinki, Italia o Varsovia”. Pero no se limitan a citas del sector sino que también le aportan el citado pedigrí con un estand dedicado solo al cómic en la gran feria del libro de Fráncfort.

Otra de las medidas, añade, es una línea de subvención a la traducción (a unos 35 títulos al año) y un festival propio, el Còmic Nostrum, “para atraer a agentes extranjeros a que descubran nuestros autores”. Entre ellos, Premios Nacionales de Cómic como Max Bartolomé Seguí.

Ahora solo falta que los autores puedan vivir del cómic sin tener que diversificarse en la ilustración o la animación o trabajar para editoriales estadounidenses como Marvel y DC o en el mercado francobelga.