LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

Ricard Ruiz Garzón y Francisco Díaz Valladares ganan los Premios Edebé

Una niña apasionada por el ajedrez es la protagonista de 'La inmortal', novela infantil del experiodista catalán

Ricard Ruiz Garzón y Francisco Díaz Valladares, ganadores de los Premios Edebé.

Ricard Ruiz Garzón y Francisco Díaz Valladares, ganadores de los Premios Edebé. / periodico

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Los premios Edebé de Literatura celebran sus primeros 25 años de historia colocando el foco sobre una novela sobre ajedrez, 'La inmortal', de Ricard Ruiz Garzón, en la categoría infantil, y en 'Tras la sombra del brujo', historia de aventuras africanas, del escritor sevillano Francisco Díaz Valladares, en la modalidad juvenil, con el común denominador de la lucha por la convivencia y la tolerancia. Protagonizada por una niña que vive en Ginebra y se deja seducir por el mundo del ajedrez, 'La inmortal' pone en juego muchos temas candentes, pero en especial el problemático asunto de la inmigración en Europa. 

 «Se trata de una obra ambiciosa y fundamentalmente literaria», ha destacado Vicenç Villatoro, uno de los miembros del jurado, particularmente seducido por la sorpresa narrativa que encierra la trama. Ruiz Garzón que ha abandonado recientemente su labor de periodista cultural -pese a mantener una columna en este diario- para dedicarse al completo a la ficción ha recuperado en la presentación sus recuerdos de chico de barrio y joven jugador de ajedrez ya que el primer premio que recibió en su vida fue gracias a ese juego -«pero no pude celebrarlo porque cuando llegué a casa a mi padre acababan de robarle», explicó. Concebido tradicionalmente como un símbolo bélico a Ruiz Garzón le gusta invertir esa interpretación del ajedrez para entroncarla con el tablero y las figuras blancas que concibió Yoko Ono y que ha podido verse recientemente en la exposición en la Fundaciò Miró sobre Duchamp y las vanguardias. «Es una maravillosa metáfora conceptual». 

     En el trasfondo de la novela se trenzan distintas reflexiones como lo que significa jugar, ganar y perder. De hecho el libro se inicia con una cita de Samuel Beckett que elogia el fracaso -lo que en una novela infantil tiene su mérito-. «Es importante aprender a perder porque así no nos convertiremos en niños grandes malcriados, con el peligro de que uno de ellos llegue a presidente de los Estados Unidos», ironizó. Pero también está el tema del papel de la mujer  que ejemplifica en la figura de la gran ajedrecista húngara Judit Polgár, «una mujer que se mide de igual a igual con muchos hombres y que fue la primera en derrotar a Garry Kasparov. 

Aventuras clásicas

Díaz Valladares, lector infantil de Julio Verne y precoz aventurero -de niño quiso atravesar un río con un traje de buzo improvisado que a poco le cuesta la vida- apuesta por atrapar a los jóvenes a golpe de peripecia: «Para que un chaval suelte las pantallas digitales tengo que ponerle algo en las manos que no quiera abandonar». Su historia ambientada en el Congo, con brujos de la tribu, hermosas masáis y una reivindicación ecologista, bebe de la ficción más clásica. «Me gustaría -ha dicho Valladares- que mis libros abran la puerta a la literatura. Quizá así como adultos puedan leer 'Rojo y negro' de Stendhal.