INAUGURACIÓN

La casa de Joan Fuster reabre sus puertas

El antiguo domicilio del escritor valenciano se convierte en un museo que pretende combatir los prejuicios sobre su figura

Inauguración del Museu Joan Fuster en Sueca.

Inauguración del Museu Joan Fuster en Sueca. / periodico

NACHO HERRERO / VALENCIA

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El número 10 de la calle Sant Josep de Sueca fue durante décadas un epicentro político, cultural y lingüístico de Valencia y de todo el ámbito de la lengua catalana. Allí vivía y trabaja Joan Fuster, allí recibía a sus amigos, colaboradores y admiradores, también allí sufrió dos atentados terroristas vinculados a la ultraderecha. Pero, en 1982, tras su muerte, las puertas de su casa quedaron cerradas de diario. Algunos actos culturales puntuales, algunas tertulias y poco más. A partir de este miércoles, ese histórico portón volverá a abrirse a diario pues se inaugura el ‘Museu Fuster’, una exposición que incluye aspectos de su vida personal, muchas de las cartas que intercambió con amigos, artistas y escritores como Josep Pla, Sanchis Guarner o Salvador Espriutal y como era originalmente

La apertura del museo completa, y se espera que potencie, el llamado ‘Espai Fuster’, que ya incluía un centro de documentación en la colindante ‘Casa Pascual Fos’ y un Aula Didáctica de Cultura Contemporánea, pensada para presentar y explicar a los más jóvenes el pensamiento ‘fusteriano’ pero también para combatir los prejuicios que existen sobre su figura.

Este impulso llega casi un cuarto de siglo después de su fallecimiento, un tiempo en el que el desinterés de unos y la soterrada oposición de otros habían dejado aparcada esta instalación que ahora se ha conseguido sacar adelante gracias a su heredero, el escritor Josep Palacios, al ayuntamiento de la localidad, a la conselleria de cultura de la Generalitat, la Universidad de Valènciaespacios de depósito, lectura y consulta 

UN MUSEO... DE ARTE

La casa de Fuster fue en su momento un pequeño museo de arte que ahora se recupera. El visitante podrá ver la colección personal de Fuster, compuesta por cerca de unas 250 obras que ocupan el lugar que él mismo les dio en su momento. Muchas de las piezas fueron regaladas por sus propios autores al escritor y en el ‘catálogo’ destacan los nombres de Antoni Tàpies, Antonio Saura, Josep Renau, Joan Miró, Equipo Crónica o Joan Genovés, entre muchos otros.