AUTOR EN ALZA

Amistad a lo largo

Gonzalo Torné es reconocido internacionalmente al tiempo que publica 'Años felices', novela ambientada en Nueva York

Gonzalo Torné, en un céntrico hotel de Barcelona.

Gonzalo Torné, en un céntrico hotel de Barcelona. / periodico

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Tiene tres novelas publicadas (en realidad cuatro, pero prefiere olvidar la primera), un importante consenso crítico y elogios cosechados nada menos que en 'The New York Times'. “Cáusticamente divertido” le espetaron en un artículo al tiempo que en 'The Independent' comparaban 'Divorcio en el aire' -la segunda, tras 'Hilos de sangre'- con el joven Philip Roth de 'El lamento de Portnoy'. Es el barcelonés Gonzalo Torné, autor en el quicio de los 40, que confiesa haber reaccionado con risa floja frente a su buena recepción internacional intentando no dejarse impresionar demasiado por ello. Lo dice en la presentación de 'Años felices', con la que ha dado un salto a Anagrama tras su paso por Random House, y, argumentalmente, otro salto geográfico al Nueva York de posguerra para servir una novela "amable" sobre la amistad y sus decepciones.

Como en un juego de espejos, se entrecruzan en el argumento los puntos de vistas jamesianos de cuatro jóvenes neoyorquinos fascinados por el amigo, el catalán Alfred Montsalvatges (núcleo duro del relato y miembro de la familia que protagonizó 'Hilos de sangre'), un aspirante a escritor que ha huido de la desoladora realidad española del franquismo para exiliarse en la ciudad de los rascacielos.

Nueva York, ciudad en la que Torné vivió durante algún tiempo, funciona más como “atmósfera que como localización". Y por aquello de intentar no caer en la fácil trampa del extranjero deslumbrado por la gran ciudad, con lo que eso tiene de peligroso "paletismo" provinciano, se ha aproximado a sus calles de una manera más tangencial. "He optado por desdibujar la ciudad, lo que me permite una ambientación mágica que le va muy bien a la novela. Al fin y al cabo mis personajes son neoyorquinos y a ellos no les sorprende la ciudad como a nosotros".

HUMORISMO SUTIL

Se trata, no hace falta decirlo, de una novela de personajes, a la que Torné ha intentado insuflar el aliento ligero, pero también irónico y malicioso, de las novelas de Jane Austen y su "tensa amabilidad", por aquello de que "la felicidad no tiene nada que ver con la tontería".  Ahí están el millonario heredero Harry Osborn (sí, como el amigo de Spiderman), las dos hermanas Rosenbloom -brillante e independiente una, discreta la otra- y el joven judío Kevin Princhard. Este último permite a Torné desplegar una de sus grandes querencias literarias, “la habilidad que tienen los escritores judíos norteamericanos para desplegar sus reflexiones sobre el presente”, aunque ese presente no sea en modo alguno el del escritor. También le permite desplegar un humorismo sutil, e incluso abordar una escena abiertamente cómica de la que no hubiera renegado Roth. Amén de trufar la narración de referencias literarias, gracias al encontronazo vital de los dos aspirantes a poetas, Alfred y Harry, que acaban descubriendo sus afinidades gracias a su mútuo amor por T.S. Eliot. "Hoy en día la gente se reúne por sus gustos gracias a internet, pero yo hablo de un momento anterior, de cuando, por ejemplo, descubrías en el instituto que a un compañero le gustaban las mismas cosas que a ti y se paraba el mundo".

Como en las historias de Austen, aquí el dinero también es el motor de la 'felicidad' en la que viven los cinco personajes y que se va transformando con el paso de los años. “Porque a los 20 nos sabemos cómo seremos dos décadas más tarde, pero tampoco acabaremos siendo demasiado fieles a las expectativas que la gente que nos rodea tiene de nosotros”, reflexiona el autor. De ahí que el libro hable del desencanto, la deslealtad y finalmente, de la traición. "De hecho, la novela se plantea la pregunta de por qué valores como el altruismo y la amabilidad, gracias a los cuales nos hacemos amigos, acaban entrando en conflicto con valores mucho más prosaicos que ayudan a prosperar en la vida".

El germen de esta novela ha acompañado a Torné a lo largo de una década. Apareció como idea una tarde proteica en la que paseaba por la calle junto a otras invenciones que todavía esperan su desarrollo y que tienen que ver con el nacionalismo y la corrupción. "Posiblemente serán el tema de mis próximas novelas y, naturalmente, se desarrollarán en Catalunya", dice, al tiempo que sonríe ante la posibilidad de que en vez de producir dos novelas distintas y diferenciadas se combinen de forma explosiva en una sola historia. Habrá que estar atentos.