Zygmunt Bauman, el teórico de la sociedad líquida

Utilizó el concepto de la 'modernidad líquida' para analizar las incertidumbres del mundo contemporáneo y centró sus últimos trabajos en el crecimiento de las desigualdades

Zygmunt Bauman, con los ojos bien abiertos, el pasado jueves, en Madrid.

Zygmunt Bauman, con los ojos bien abiertos, el pasado jueves, en Madrid.

ERNEST ALÓS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El sociólogo Zygmunt Bauman (1925-2017) murió ayer en su domicilio de Leeds a los 91 años. Su teoría de la modernidad líquida, desarrollada durante los últimos 20 años, definió el actual momento histórico como una era de cambio y movimiento constante, en la que el hombre está huérfano de referencias consistentes y busca identidades a las que aferrarse. Otra línea de pensamiento de Bauman destaca las consecuencias humanas de la globalización, en forma de crecimiento de las desigualdades, formación de una clase relegada caracterizada por la precariedad, migraciones, desempleo e intentos de fijar identidades colectivas.

Hasta su ruptura con el régimen comunista polaco en 1968, pero también hasta la década de los 80, sus trabajos, marcados por un marxismo influenciado por la obra de Gramsci, se centraron en la historia del movimiento obrero británico, las clases sociales y la estratificación social. Desde mediados de los años 80, dedicó sus esfuerzos a la definición de la modernidad en Europa. Según Bauman, la modernidad implicó el intento de suprimir las inseguridades e incertidumbres del individuo a cambio de una cierta renuncia a la libertad y la imposición de normas, regulaciones y categorías, ante las cuales se rebelaban los colectivos “extraños”. En uno de sus libros más conocidos, ‘La modernidad y el holocausto’ (1989), definía el antisemitismo no como una forma aberrante de la modernidad, sino como una de sus consecuencias, al igual que el resto de totalitarismos.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Tres t\u00edtulos clave","text":"\u2018LA MODERNIDAD L\u00cdQUIDA\u2019 (2000) \u00a0Bauman deja atr\u00e1s la ambigua categor\u00eda de la posmodernidad para definir la sociedad del cambio de siglo por su ambigua liquidez. Un concepto que mu\u00f1ir\u00eda en diversos t\u00edtulos sobre los distintos aspectos de la sociedad l\u00edquida en los a\u00f1os siguientes.exto despiece vertical"}}

Durante los años 90 Bauman dejó atrás como objeto de estudio esta fase de la civilización europea (a la que calificó como “sólida”) para centrarse en la posmodernidad, a la que caracterizaba como un periodo en el que el valor dominante era la libertad individual en una sociedad hedonista de consumidores. En torno al cambio de siglo afinó este análisis, diferenciando la “modernidad sólida” de la “modernidad líquida”, un concepto al que sacó punta en obras como ‘La modernidad líquida’ (2000), ‘Amor líquido’ (2003), ‘Vida líquida’ (2006), ‘Miedo líquido’ (2006), ‘Tiempos líquidos’ (2006), ‘Arte ¿líquido?' (2007), ‘Los retos de la educación en la modernidad líquida’ (2008) y ‘La cultura en el mundo de la modernidad líquida’ (2011).

En esta entrevista publicada en febrero del 2014, Bauman analizaba la relación de las ciudadanos con las redes sociales como un ejemplo más de esa sociedad líquida: "Internet puede conectarme con personas que están en la otra punta del planeta, pero también puede acabar rodeándome exclusivamente de una comunidad de individuos que piensan igual que yo. Si su final es este, será un desastre, porque no habrá fomentado el diálogo. En una red virtual es muy fácil entrar, pero también es muy fácil salir, solo hay que hacer clic, no hay un compromiso personal. Este es un rasgo muy típico de la modernidad líquida en la que vivimos. No queremos sentirnos responsables, ni obligados, ni con cargo de conciencia".

Las teorías de Bauman, en especial obras como ‘Globalización’: las consecuencias humanas’ (2008) y ‘La modernidad y sus parias’ (2004), en las que se ha centrado en los relegados por el crecimiento de las desigualdades, han ejercido una gran influencia en los movimientos antiglobalización, aunque mostró en varias ocasiones su escepticismo hacia movimientos como el de los indignados. En el 2012, en un festival en Benicàssim en el que se mostró muy escéptico con los movimientos de los indignados, hacía este análisis sobre el crecimiento de la desigualdad desde el inicio de la crisis que sigue vigente cuatro años después: "Se ha cambiado al proletariado por una suerte de precariedado que nos consume a todos. Entre la austeridad y la pérdida del empleo, la gente se siente cada vez más humillada. Andamos sobre arenas movedizas: inculcando miedo han conseguido que la solidaridad entre los trabajadores se diluya y fomentar el individualismo".

BIOGRAFÍA

Miembro de una familia judía sin recursos, Bauman, entonces con 14 años, huyó de los nazis a la URSS y a los 19 años se sumó al Ejército Popular de Polonia, las fuerzas polacas subordinadas al Ejército soviético. De 1945 a 1953, formó parte del Cuerpo de Seguridad Interior, destinado a la represión del nacionalismo ucraniano y de los fieles al Gobierno polaco exiliado en Londres. Según el sociólogo, que alcanzó el grado de mayor, sus cometidos fueron administrativos.

A pesar de tener planteamientos antisionistas (llegó a comparar los muros de Cisjordania con el ghettos de Varsovia), Bauman fue expulsado de los cuerpos de seguridad en 1953, después de que su padre intentase emigrar a Israel. En su posterior carrera académica nunca consiguió una plaza como titular y acabó rompiendo su carnet de miembro del partido comunista en el marco de las purgas antisemitas desencadenadas por el régimen en 1968.

En 1968 se vio obligado a emigrar a Israel pero, tras pasar también por universidades de EEUU y Canadá, ya en 1971 fijó su residencia en Leeds (Inglaterra), en cuya universidad fue profesor de Sociología durante casi dos décadas. En el 2010, recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades junto al sociólogo francés Alain Touraine. En algunos de sus últimos trabajos sobre el crecimiento de la desigualdad de clase se tuvo que enfrentar a acusaciones de plagio.

LAS OPINIONES DE BAUMAN

Bauman participó en varias conferencias en el CCCB, que mantiene las filmaciones en su archivo 'online':