Vicenç Pagès Jordà: 21 años de ambición

'El món de Horaci', la primera novela del escritor, reaparece tras una reescritura a fondo

Vicenç Pagès Jordà

Vicenç Pagès Jordà / JOAN PUIG

ERNEST ALÓS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El escritor Vicenç Pagès Jordà promocionó en 1995 su primera novela, ‘El món d’Horaci’, con un chiste. La frase decía que ese era "el libro más ambicioso" del autor. Bien, con solo un libro de cuentos y otro artefacto difícil de clasificar en su currículo, esta  frase tenía un sentido. El guiño ingenioso pasó a convertirse en una broma perversa cuando, 10 libros y 21 años después, la inmortalización de la frase en el perfil del autor en la Wikipedia  y la práctica del corta y pega hace que siga apareciendo una y otra vez, como si Pagès se hubiese dejado llevar por el ‘best-seller’ facilón o hubiese perdido su ‘punch’ juvenil. Sin embargo, su autor cree que necesitaba un buen meneo, y ha sometido a reescritura a su libro más citado y menos leído (de entrada, porque desde entonces no se reeditaba).   

 “Fue un reencuentro, como coger un álbum de fotos de cuando tienes 30 años”, explica Pagès. Inicialmente se trataba solo de volverla a poner en circulación. “No he añadido ni quitado ningún capítulo, pero he cambiado la mayoría de las frases. Había que trabajarla más”, añade. Lo de añadir o quitar capítulos es otra broma. La estructura de la novela es intocable; reproduce los archivos encontrados en un disco de ordenador (de cuando un archivo en Msdos debía tener ocho caracteres y el disco de 3.5 era la versión moderna entonces del tópico del manuscrito encontrado), que corresponden a los cinco años y las ocho estancias que comparten varios jóvenes en un piso de Gràcia. “Casi tiene un valor testimonial. Son estudiantes que no tienen teléfono, ni móvil, ni fijo. De cuando se podía vivir en Barcelona sin teléfono y evidentemente sin internet”, dice. Pero no se trata precisamente de costumbrismo generacional. El paso del tiempo ha aconsejado además eliminar algunas referencias excesivamente temporales, pero también le haya conferido alguna lectura adicional. 

“He localizado un ‘puto’…. Palabras inventadas, palabras en inglés, palabras que no están en el diccionario... Y antes, Biel Mesquida y Quim Monzó ya lo habían roto todo. Ahora, al cabo de 20 años, leo que estas cosas no se habían hecho nunca en catalán… No, todos los experimentos ya están hechos”.

Experimentos sí que hizo, Pagès: se mezclan gemelos (¿de Jesús?), conexiones entre la ‘aurea mediocritas' horaciana, los ases de oros, Orwells y Orsons, melenas rubias, Faye Dunaway, cátaros, el asesinato de Hemingway, los primeros pasos de la telebasura y los falsos 'reality shows', un final conspiranoico… El autor se vino arriba, y hasta le envió la novela a Umberto Eco.

LECTURA POSTMODERNA

“‘El món d’Horaci’ narrativizó la realidad postmoderna como ficción hecha de discursos e imágenes que igualan verdad y mentira, realidad y signo, hechos y narración, documento y fantasía en un todo homogéneo a través de los medios de comunicación de masas (…)  el género novelístico se actualiza para representar una realidad que, como la postmodernidad, ha resultado ser infinita, cambiante e inestable, sin conciencia de unidad por lo que respecta al mundo y al sujeto”, escribió sobre el libro Jordi Marrugat en su ensayo ‘Narrativa catalana de la posmodernidad’.

“Entonces me interesaba más la literatura argentina. Horacio remite a ‘Rayuela’. Tiene más que ver con Borges que con Foster Wallace y el postmodernismo norteamericano”, responde Pagès.

En cuanto a la renuncia a la ambición de Pagès… En lo que ha ido avanzando es en la simplicidad y cohesión de de sus tramas. Del laberinto Horaciano a siete tramas en ‘La felicitat no és completa’, a los tres amigos de ‘Els jugadors de whist’, a la historia lineal de ‘Dies de frontera’… “Es un proceso de depuración, en una tetralogía en la que se van repitiendo personajes y elementos como el juego de la butifarra”, explica Pagès. La puesta al día de ‘El món d’Horaci’ cierra un ciclo: su próxima novela irá por otros derroteros, sin referencias a ningún lugar concreto, ni Gràcia, ni Figueres, ni La Jonquera. Mientras…  hasta el editor y la agente de Pagès siguen repitiendo en sus webs lo de ‘el libro más ambicioso’.