Joan Pera y Carles Canut deconstruyen a Shakespeare

Del mismo modo que Ferran Adrià se enfrenta a un clásico de la cocina española como la tortilla de patatas, Joan Pera y Carles Canut retan la tradición literaria con una "deconstrucción de la obra de Shakespeare" que parte del "total respeto" a la figura del escritor inglés. 'La taverna dels bufons' es un contrahomenaje del 400º aniversario de la muerte del bardo en un año en el que la cartelera teatral se ha visto inundada de tributos y reposiciones del padre de incontestables clásicos universales de la dramaturgia. Para romper con esta dinámica, Martí Torras Mayneris propone conmemorar la fecha con una obra que equilibra la vis cómica de dos veteranos de los escenarios catalanes con la poética shakesperiana. Del 28 de diciembre al 20 de enero, el Teatre Romea se convierte en el purgatorio donde se encuentran las almas de dos clowns de la compañía más famosa del Londres de finales del XVI a los que la historia ha condenado al olvido. 

Junto a Mayneris, Denise Duncan ha trabajado en esta deconstrucción a cuatro manos que cose réplicas de diferentes textos descontextualizados de Shakespeare para crear algo completamente original. El resultado supone un doble reconocimiento. En primer lugar, a la figura de los comediantes, a menudo menospreciada frente a otros registros teatrales. Y, en segundo término, a todas aquellas personas anónimas que contribuyeron al éxito de terceros y se vieron eclipsadas por la sombra de grandes autores.

LOS CLOWNS DE SHAKESPEARE

Este es el caso de Will Kemp (Canut) y Robert Armin (Pera), dos bufones que trabajaron bajo las órdenes de Shakespeare en la Lord Chamberlain’s Men, aunque nunca llegaron a coincidir sobre los escenarios. Ambos permanecieron toda su carrera encasillados en roles cómicos y acabaron por abandonar la compañía sin hacer demasiado ruido. Sus diferencias insalvables con el escritor inglés -en parte derivadas de su afición a la improvisación- los convierte en dos de las figuras menos propensas a rendirle un homenaje, lo que para Pera demuestra que "Shakespeare está detrás de cualquier obra, incluso cuando se trata de vilipendiarlo". 

Dafnis Balduz, encargado de dar vida al bardo de Avon, es la última pieza de este elenco que desborda compenetración, probablemente porque los tres ya habían compartido escenario en 'Sí, primer ministre'. "Cuando te dicen que el reparto va a ser este, la oferta es irrefutable", admite Pera, que se formó junto a Canut en el Institut del Teatre. Además, los acompañan en el montaje Els Berros de la Cort, una formación de música medieval que no se limita a intervenir en la obra para amenizarla, "sino que forma una parte esencial de la misma", reconoce Canut.

ÉXITO DE LOS CLÁSICOS

Ambos actores coinciden en que un montaje así supone un atrevimiento que posiblemente no podría plantearse en Inglaterra, donde a la hora de afrontar cualquier revisión del bardo "los textos son lo más importante". En España, apunta Canut, "Shakespeare no forma parte de la cultura de la misma forma que lo hace en su país, aunque tampoco lo hacen Cervantes o Josep Pla", lo que permite que los autores puedan "jugar" a hacer y deshacer para crear nuevas propuestas a partir de las obras del escritor británico.

Ante el peligro de un desequilibrio entre dramaturgos clásicos y contemporáneos en la actual cartelera teatral, Canut advierte que aunque "lo ideal es que puedan coexistir paralelamente, lo cierto es que se ha perdido bastante la curiosidad por las nuevas propuestas". Pera coincide en la dificultad a la que se enfrentan los jóvenes autores a la hora de abrirse camino en una "sociedad teledirigida" donde "el título es lo primero que vende y el público solo abre los ojos cuando lo bombardean", sentencia.