Bebe, después de la furia

La cantante lució su 'Cambio de piel' en el Palau brindando su temperamento vocal a un repertorio de formas melódicas

BEBE en el Palau de la Musica

BEBE en el Palau de la Musica / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Casi cinco años después de ‘Un pokito de rocanrol’, su disco más atrevido, entrando de lleno no tanto en ese género un día acuñado por Bill Haley sino más bien en el hip-hop y el r’n’b, vimos este jueves en el Palau a una Bebe en versión conservadora, entregando su descaro vocal a canciones de esencia melódica y envolvente. Y haciendo las paces con las canciones que la dieron a conocer hace más de una década.

Bebe lució más cantante y menos agitadora, y también más amable. Aquellos días de riesgos sonoros y de insultos a los periodistas quedan atrás, y la extremeña se ajusta al cliché de la madurez a través de la maternidad. Su carrera sufrió entonces una sacudida de la que trata de recuperarse brindando su perfil más accesible. Dando ahora protagonismo al piano, cómplice en la primera canción de la noche, ‘Borrones’, que cantó sentada cinematográficamente en un sillón de mimbre digno de Emmanuelle.

CANCIONERO TEMPLADO

Su último disco se titula ‘Cambio de piel’ y ese enunciado dio cobertura a un recital que, sobre todo en la primera mitad, se decantó por los tonos confesionales y los ritmos contenidos, con excepciones como el giro swing de ‘Todo lo que deseaba’. Una Bebe que expresó temperamento a través de canciones un poco más convencionales y templadas, entre el recogimiento de ‘La cuenta’ (“perdí la cuenta de cada esto / de cada error que cometí”) y ‘Tan lejos, tan cerca’, y el pop pegadizo de ‘Que llueva’. Banda renovada, que se desmelenó en el rockabilly de ‘Chica precavida’.

Material que creó ambientes en el Palau, con otros momentos de cierto calado como ‘Animales hambrientos’, y que abrió espacios para que marcara territorio la Bebe intérprete, ese personaje que fascina a su público transmitiendo una idea de libertad y fortaleza interior. La artista que quemó sus primeros éxitos en la hoguera y que ahora los recupera: ahí estuvieron ‘Malo’, ‘Con mis manos’ y ‘Ella’, en un trayecto final que la mostró cantando ‘Respirar’ parcialmente en catalán (la versión que mostró en ‘La marató’ del año pasado) y despidiéndose apelando a las esencias con ‘Pa mi casa’: “Tengo ganas de ser la muchacha / a la que nadie muchas veces creyó”.

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