Poveda, el cante más libre

Miguel Poveda, un artista que ha roto muros con su cante, regresa al Liceu este domingo. En su cuarta actuación en el coliseo, presentará 'Sonetos y poemas para la libertad', un disco donde lleva a su terreno versos de maestros como Quevedo, Rafeel de León, García Lorca, Borges y Neruda. El concierto del Festival Mil.lenni casi coincide con la presentación de su primer disco recopilatorio, '13', que este viernes sale a la venta acompañado de un cuidado DVD. En él retrata las diferentes facetas del artista que se combinan con imágenes, dentro y fuera del escenario, de su apoteósico concierto en la plaza de Las Ventas de Madrid de hace tres años para celebrar sus bodas de plata profesionales.

Poveda llega al Liceu con un espectáculo muy rodado. Abrirá la noche con el ese disco de sonetos pero la parte central del concierto contará con un minirrecital de cante. "Ofreceré con cuatro o cinco palos de los más tradicionales del flamenco. Ahí hay libertad absoluta. Tengo pensado algunos cantes pero ahí dejo un margen de libertad y frescura que necesita el flamenco". Acabará recordando a su querida Badalona "con esas coplas que yo escuchaba cuando era pequeño" y a grandes maestros como Lebrijano, Camarón y Morente, "los artistas más revolucionarios del flamenco".

Se nota que Poveda se siente bien en su piel. Distruta de su paternidad y también de su nueva vida en Barcelona, más sosegada de la que llevó en Sevilla, a la que siempre lleva en el corazón el cantante, nombrado hijo adoptivo de la ciudad.

El músico empezó muy joven. A los 15 años realizaba su primera actuación y a los 20, recién salido de la mili ganaba el prestigioso premio de La Unión. "Lo tenía todo en contra: era joven, venía rapado acabado de salir de la mili, payo y catalán", recuerda.

TESÓN, ESFUERZO E ILUSIÓN

De su lucha y de su evolución habla en el cuidado documental realizado por Sarao Films. "Quería que reflejara el espíritu que me ha guiado. Resaltar la constancia, la vocación y la capacidad de conseguir lo imposible gracias al esfuerzo. Quiero que la gente no se desanime, que entienda que con el esfuerzo se pueden lograr muchas cosas. "El reconocimiento es consecuencia de años de lucha, trabajo y tesón. He tenido que romper muchos muros con mi cante".

No ha sido fácil. Cuando empezó estaban en activo gente como La Paquera, Valderrama, Chocolate y El Lebrijano. Entonces él se veía como un gota minúscula en la inmensidad del flamenco. "Hay mucha envidia en este país y en el flamenco, más. No entiendo que la gente te trate mal o te gire la cara  por no gustarle tu forma de cantar. Pero eso ocurre. Antes me preocupaba. Estas cosas me hacían llorar. Pero gracias a Dios, desde hace unos años ya no me importa". Desde que se ocupa de su hijo de año y medio tiene otras prioridades. "Ser padre te lo cambia todo", dice el artista que mantiene casa en Sevilla.

FLAMENCO Y ELECTRÓNICA

El flamenco es su base y su esencia pero no se pone ningún límite. Prueba de ello es su próximo trabajo un ambicioso disco doble que refleje sus orígenes musicales. Como siempre cuenta en sus conciertos, su padre tenía discos de Mike Oldfield, Alan Parsons y Pink Floyd, mientras que su madre era más de Bambino y María Jimémez. "Será un disco doble. Un de corte flamenco grabado con el sonido de los discos de antes y otro donde mezclaré sonidos electrónicos con poemas de García Lorca. Yo mismo me encargaré de la música". Pero confiesa que el proyecto va para largo y que va grabando todo lo que se me ocurre en el móvil. "Si me pilla en el AVE o en el avión me tengo que esconder en el lavabo a grabar la idea para que no se me olvide para cuando llegue a casa. Allí solo tengo Mickey Mouse y los 'CantaJuegos'. ¡Y en eso no me puedo inspirar!"