OTROS ESCENARIOS POSIBLES

'Pintxos eta inprobisazioa'

La rapera vasca La Basu actuó en el centro cultural Euskal Etxea, en pleno barrio del Born, dentro del heroico y veterano ciclo EH Sona

zentauroepp36342117 barcelona 18 11 2016 icult concierto de la basu en la euskal161125210635

zentauroepp36342117 barcelona 18 11 2016 icult concierto de la basu en la euskal161125210635 / periodico

NANDO CRUZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Acercaos, que no comemos todavía", exclama La Basu. Es lo que siempre pasa cuando hay poco público en una sala de conciertos: que nadie quiere estar demasiado cerca del escenario. Lorea y su amiga, las más jóvenes del local con muchísima diferencia, no tienen ningún problema en acercarse más. El día anterior ya estuvieron muy cerca de esta rapera vasca. Fueron sus alumnas en un taller de rap y escritura que organizó el colectivo Eskina Femenina en Can Batlló. La Basu, claro, era la profesora.

La Basu empezó a rapear en Euskadi a finales de los años 90 con el grupo Jungla Urbana. Buena parte de su repertorio está rimado en castellano, pero este verano publicó un epé en euskera y anda grabando el que será el primer álbum de hip-hop que publica una mujer íntegramente interpretado en euskera. Es triste, pero si eres mujer, vasca y rapera aún puedes ser pionera en algo a estas alturas del siglo XXI.

En diez minutos se triplica el número de espectadores. ¿Qué ha pasado? Lo de siempre: estaban en el bar que hay al otro lado de la pared poniéndose tibios a 'pintxos'. A diferencia de la inmensa mayoría de salas de Barcelona, en el Euskal Etxea no hay que escoger entre gastronomía y música en vivo. Solo por eso merece llamarse centro cultural. Que se lo digan a ese joven con gorra que se acerca a sus colegas con una sonrisa triunfal. Trae un par de 'pintxos' de tortilla recién hecha. "¿Queréis? Aún está calentita", les asegura.

UNA ALDEA EN BORNCELONA

El concierto de esta noche forma parte del ciclo EH Sona que se organiza cada otoño en Euskal Etxea. Es una iniciativa heroica por varias razones. Porque se nutre únicamente de artistas vascos. Porque lleva 19 años funcionando sin grandes patrocinadores. Porque sus precios son muy populares; el concierto de La Basu cuesta cinco euros. Y porque se celebra en pleno barrio del Born, en este local que aún no ha caído en manos de un restaurante afrancesado o una tienda de ropa. Euskal Etxea es una pequeña aldea vasca en Borncelona.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Lo m\u00e1s tradicional","text":"\u00a0que puede o\u00edrse hoy en Euskal Etxea son los vinilos con los que DJ Ibai hace 'scratch'"}}

El ciclo EH Sona promociona en Barcelona la cultura vasca, pero no se limita a las iniciativas folkloristas. Aquí está La Basu rapeando como enseñaba  Run DMC. Aquí está DJ Ibai, lanzando ritmos tropicales. Y aquí está Aneguria, escudera de La Basu, salpimentando la velada con sus coros y su desparpajo (si aún no tiene un programa de humor en ETB alguien debería ofrecérselo). Lo más tradicional que puede oírse hoy en Euskal Etxea son los vinilos con los que Ibai hace 'scratch'. En la era del 'autotune', parecen artilugios prehistóricos.

Lorea y su amiga recitan las sólidas rimas de La Basu. "Dime quién tira del cable, dime quién te ahoga". "No existe drama, me salí del tiesto". "No busco ser amable, ese no es mi juego". Si el rap es la música de la calle, a menudo parece que en la calle solo existan hombres. Por eso, La Basu rima contra los tópicos de putas y gánsteres. Y las mujeres, que hoy suman más de la mitad del público, sienten que esas rimas sí van con ellas. Aneguria se anima a improvisar en euskera. Se encalla, pero lo que importa es probarlo: "Somos muy pocas las que quedamos y si no lo intentamos, desaparecemos", suelta.

"GORA ANGELA DAVIS"

La velada ya se ha caldeado a base de 'flow', simpatía y ritmos negros. También  ayudan esos "gora Angela Davis" y el 'sample' del 'Sound of da police' de Boogie Down Productions tras el cual Aneguria pregunta: "En Bilbao hay mucha 'police'. ¿Y aquí?". Nadie lo ha acordado, pero todos gritan al unísono: "¡Demasiada!". El volumen del concierto no molesta en la taberna contigua. Y tampoco el rumor del 'pintxódromo', que está más lleno que la sala, altera el guión del concierto.

Es la última fecha de la gira y La Basu quiere rematarla con una buena juerga. "No sé si los vascos follan, pero las vascas, sí", informa Aneguria. Las dos bajan del escenario y montan una coreografía que consiste cruzar la sala brazos en alto de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Parece el momento 'Saturday night' de todas las bodas. Aún la lían más cuando empiezan a repartir amistosos codazos punk a la paisanada del Euskal Etxea a ritmo de 'electroclash' vasco. Lorea y su amiga están entusiasmadas. El pogo es cultura.