La Cia. Sixto Paz reflexiona sobre el engaño con Romain Gary

'Dybbuk', la nueva apuesta de la Cia. Sixto Paz ('Història', 'Pulmons'), inicide en la fina línea que separa realidad y ficción. En esta ocasión, el autor Jan Vilanova y el director Pau Roca utilizan la figura del escritor Romain Gary (1914-1980) y se centran en la etapa en la que este empezó a escribir bajo seudónimo. El experimento le sirvió para poder vengarse de algunos críticos que lo aborrecían cuando firmaba como Gary y lo aclamaban cuando lo hacía como su alter ego, Émile Ajar. Tan bien le fue a su otro yo que tuvo que pedirle a un familiar que encarnara esa nueva promesa de la literatura para acabar con algunas sospechas de los editores acerca de su identidad. El montaje se estrena este viernes en Temporada Alta (Sala La Planeta, 21.00 horas) y en febrero se podrá ver en la temporada de la Sala Beckett, coproductora del espectáculo, que acoge a la compañía en residencia.

Víctor Pi interpreta a Gary y Patricia Bargalló se desdobla en el rol de la exigente madre del autor y en el de Jean Seberg, musa de la Nouvelle Vague, que fue su segunda esposa. Pau Roca y Pepo Blasco completan el reparto del montaje, que incluye proyecciones históricas donde aparece Gary. "El actor que buscábamos para encarnar al protagonista debía tener cierto parecido con él y también ser capaz de comunicar con solo una mirada”, destaca el director. Pi, que llegó a los ensayos con más libros leídos sobre Gary que los autores de la obra, califica al escritor como "un perpetuo insatisfecho" y "un personaje algo maldito".

MÁSCARAS Y ETIQUETAS

Gary es un personaje fascinante, ideal para hablar de qué separa la realidad del fraude. Es el único escritor que ha ganado dos veces el Premio Goncourt con un nombre diferente cada vez. "Gary jugó toda su vida con las máscaras y se reía de las etiquetas que otros le habían impuesto", recuerdan los miembros de la Cia. Sixto Paz. Su propuesta no es un 'biopic'. "El lenguaje teatral te permite huir de lo explícito y crear un trazo, un color, que dibuja nuestra visión del personaje". La escenografía es un espacio evocador, muy despejado, con algunos objetos. "Lo que sí tiene importancia es el espacio sonoro", apunta Roca.