El IEC publica la nueva 'Gramàtica de la llengua catalana', que "flexibiliza" la norma

El volumen sale a la venta hoy, pero en el futuro se elaborará una versión manual para el usuario habitual

El president del IEC, Joandomenec Ros, y la presidenta de la Seccio Filologica, Teresa Cabré, con la nueva 'Gramàtica' A su lado, los coordinadores de la obra, Gemma Rigau y Manuel Perez Saldanya.

El president del IEC, Joandomenec Ros, y la presidenta de la Seccio Filologica, Teresa Cabré, con la nueva 'Gramàtica' A su lado, los coordinadores de la obra, Gemma Rigau y Manuel Perez Saldanya. / ACN

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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El Institut d'Estudis Catalans (IEC) pone a la venta hoy la nueva 'Gramàtica de la llengua catalana', la primera oficial y normativa desde la reedición de la de Pompeu Fabra en 1933. El volumen, de 1.480 páginas, está orientado al usuario experto de la lengua, y la seguirá en el año 2018 una versión esencial, en formato digital, adaptada a las necesidades del hablante medio. No es de prever que la 'Gramàtica' suscite la polémica popular que levantó recientemente la supresión de la mayoría de acentos diacríticos en la nueva 'Ortografia', aprobada paralelamente a la 'Gramàtica'... pero no porque su planteamiento de fondo cause menos inquietud en círculos más reticentes hacia la politica de la Secció Filològica del IEC. De hecho, el texto aprobado se distingue porque "introduce matices a la norma y la flexibiliza". Lo que seguramente evitará el incendio es que es difícilmente simplificable en 140 caracteres cambios normativos en "l'elisió del 'no' amb termes de polaritat negativa anteposats al verb", las "combinacions binàries amb el pronom feble de tercera persona singular de datiu" o la "duplicació aparent del relatiu per un clític pronominal".

La 'Gramàtica', un trabajo pilotado inicialmente por Joan Solà y, tras su muerte, por Manuel Pérez Saldanya y Gemma Rigau, es una obra colectiva e inicialmente "descriptiva de la lengua real que se utiliza", según la presidenta de la Secció Filològica del IEC, Teresa Cabré, y a partir de allí "fundamenta la prescripción" de las formas normativas, evitando "dicotomías tradicionales del tipo correcto/incorrecto". La calificación de cada una de las formas desde el punto normativo "es gradual". Es decir, hay formas no recogidas hasta ahora en la gramática normativa que ahora se reconocen como adecuadas en determinados contextos, sean dialectales, sean de nivel de formalidad en el uso de la lengua. "No hablamos de corrección o incorrección, sino de adecuación a un registro", puntualiza Gemma Rigau.

"Esta gramática distingue entre las formas de la lengua general, válidas en todos los territorios, registros y modalidades, y las que solo lo son en determinadas hablas, registros o modalidades; en las primeras, el texto no hace ninguna indicación especial, mientras que en la segundas concreta en qué ambitos se utilizan normalmente", dice el texto explicativo distribuido por la Oficina de Gramàtica de la Secció Filològica del IEC. El 66% de la extensión de la obra está dedicado a la sintaxis, tratada de forma muchísimo más sumaria en la 'Gramàtica' de Fabra.

Queda en manos del hablante "valorar mejor la idoneidad de cada forma en cada situación comunicativa". Una concepción que probablemente no oriente mucho a ámbitos donde es necesaria una definición clara de lo normativo, como la escuela. Aunque el texto no está dedicado especialmente a los usuarios finales. "La 'Gramàtica tendrá mediadores: los docentes, los libros de texto, los medios de comunicación...", ha enumerado hoy Teresa Cabré. Y una versión más orientativa será la de la futura 'Gramàtica esencial'.

Según Rigau, la 'Gramàtica' es "nacional" en el sentido "más fabriano", es decir, "no se da prioridad de un dialecto sobre otro" y permite "que los hablantes de todos los territorios puedan sentirse reflejados en ella". "Es representativa del conjunto de las hablas", ha añadido Manuel Pérez Saldanya.

En su introducción a la 'Gramàtica', la presidenta de la Secció Filològica, Teresa Cabré, recuerda que inicialmente una obra de estas características es "una descripción de los usos de los hablantes" y en segundo lugar una obra "prescriptiva" que "valora los usos en función de las restricciones que estos usos tienen en el discurso real de los hablantes y de su valoración social". La nueva 'Gramàtica' sigue un "modelo composicional" que recoge las formas comunes y "el conjunto de la lengua catalana, no solo una parte del dominio lingüistico" y que al mismo tiempo "admite la variación", también "la funcional o de registro" sin estar abierta "a todas las formas posibles". "Una nueva manera de leer la norma que requiere de los usuarios de la 'Gramàtica' una cierta destreza interpretativa", reconoce.

Algunas de las novedades.

Se reconocen formas verbales restringidas a ciertas hablas, como 'engul', 'riny', 'tix', 'tiny', 'vist', 'vest', 'òmpliga', 'òbriga' en valenciano o balear. 

Combinaciones binarios de pronombres débiles de tercera persona singular del dativo. Se reconoce combinaciones como 'li'l pren' o 'li'n pren' propias de valenciano frente a las generales 'l'hi pren' o 'n'hi pren'.

Per y per a. La distinción entre ambas formas, que se mantiene el el oral occidental y en el registro formal, se debe mantener cuando diferencia entre el sentido causal y final. En términos generales, se distingue entre 'per' y 'per a' en las hablas occidentales y se usa solo 'per' en las orientales.

Construcción con 'en'/'al' seguidos de infinitivo. Se ha de dar preferencia en registros formales a construcciones como ''en entrar ell, tots s'han alçat' pero se recoge también la alternativa 'a l'entrar ell, tots s'han alçat').

Se aceptan, como formas lexicalizadas, las construcciones causales con 'degut' y 'donat': 'no ve degut al mal temps'; 'donat que tothom està a favor, s'aprova la moció'.

Se recogen los diversos sistemas para expresar las horas. En Catalunya, el 'sistema de campanar' ('un/dos/tres quarts de vuit') y en Valencia y Baleares el 'sistema de rellotge' ('set i quart/i mitja, vuit menys quart').

'Bastanta'. Se acepta la forma femenina de este cuantitativo. En otros casos, como 'prouta', se considera solo en un contexto local y coloquial.

El prononbre 'jo' como complemento. La gramática admite formas como 'per a jo' o 'contra jo', pero en el primer caso, tras preposiciones débiles, lo considera aceptable en un contexto dialectal y coloquial, y en el segundo, ante proposición fuerte, lo considera adecuado también en un contexto formal. 

¿Y en cuanto a la "l'elisió del 'no' amb termes de polaritat negativa anteposats al verb"? Implica que tiene el mismo valor 'Ningú sap res' que 'Ningúl no sap res'.