EL DIBUJANTE CANADIENSE, EN BARCELONA

Chester Brown y María, la madre "prostituta" de Jesús

El autor de 'Pagando por ello', acérrimo defensor y usuario de la prostitución, presenta 'María lloró sobre los pies de Jesús', donde reinterpreta pasajes de la Biblia

Chester Brown

Chester Brown / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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“Yo nunca he pretendido ofender a nadie pero soy consciente de que mis obras son muy personales y de que he roto tabús. Cuando empecé a pagar a mujeres por tener sexo con ellas no tenía ninguna ambición de cambiar su situación de trabajadoras sexuales sino que lo hice en un momento de dudas y controversia personal con el amor romántico. Sé que algunas personas se han ofendido pero no se cambia el mundo quedándote callado”. El canadiense Chester Brown (Montreal, 1960), referente de la viñeta independiente norteamericana, se muestra tan sincero en persona, aunque con un punto de timidez, como en sus rompedores cómics, desde los autobiográficos 'Pagando por ello. Memorias de un putero' (su experiencia como respetuoso usuario y defensor de la prostitución) o 'El Playboy' (su descubrimiento adolescente, entre el deseo y la culpa, de las revistas porno), hasta el último, 'María lloró sobre los pies de Jesús' (todos, en La Cúpula). Lo presenta en la que es su primera visita a Barcelona, y en él interpreta algunos pasajes de la Biblia y llega a polémicas conclusiones: “Estoy convencido de que María, la madre de Jesús, era prostituta”. 

“No encuentro otra forma de explicar la extraña decisión de San Mateo de escribir en su evangelio una genealogía de Jesús en la que incluye a prostitutas o mujeres que han obtenido un beneficio del sexo. No se entendería si su madre no lo fuera”. Porque, recuerda el dibujante, las antiguas genealogías casi nunca mencionaban a mujeres, una teoría que le inspiró el estudio de Jane Schaberg 'The Illegitimacy of Jesus' (1985). Brown reúne en el cómic, entre otros, los casos de esas cuatro mujeres con las que el apóstol daba a entender entre líneas la condición de María. Son la adúltera Betsabé, la meretriz de Jericó Rahab, la nuera de Judá Tamar y la moabita Rut, que se entregó para preservar el linaje de David, del que nacería Jesús. Y si alguien se pregunta por María Magdalena, no aparece, pues se apunta a la teoría que dice que no era una ramera.

JESÚS, AVANZADO A SU ÉPOCA

La influencia de la conexión personal de Jesús con la prostitución, opina Brown, explicaría también que este la aprobara, que "nunca censurara el vender o comprar sexo" o que quisiera que María de Betania, prostituta, le ungiera los pies pese a los reproches de Judas. Es el episodio bíblico que da título al cómic y que, según el dibujante, pudo tener algo de rito sexual, pues en la época los pies eran un “eufemismo” de pene, aunque no se atreve a especular más. Sí opina que Jesús “era un avanzado a su época”.      

Aunque “muchos de sus pensamientos -añade- fueron eclipsados por San Pablo, que condenaba la prostitución, que siempre ha estado muy conectada con el paganismo, y la sexualidad; creo que debía de ser célibe”. Lo que el apóstol escribió trascendió y se convirtió en el centro del pensamiento cristiano, apunta. 

14 AÑOS CON UNA PROSTITUTA

Al margen de mafias y tratas de mujeres, algo que en su país, dice, está “muy perseguido”, Brown defiende la prostitución como un trabajo consentido por ambas partes y por el que una obtiene un dinero -“todo el mundo trabajamos por dinero”, recuerda-. No duda en contar siempre que le preguntan que hace “14 años” que es cliente de una misma prostituta, Denise, que ejerce “por elección personal”. “Al principio ella tenía otros clientes pero ahora soy el único. Ella dice que le gusto pero que no me ama, y tiene un novio, aunque no sé si él conoce nuestra relación. No sé si durará toda la vida, pero yo estoy satisfecho, aunque sé que ella sería más feliz si no necesitara mi dinero”.    

Brown, que se define “cristiano” pero no pretende, afirma, imponer valores morales a los demás, cree que la Biblia “no ha sido del todo comprendida y habría que releerla con la mente más abierta”. Él predica con el ejemplo. Ha buceado en numerosos textos religiosos y de ahí han surgido otros pasajes revisitados en el cómic, como la relación entre Caín y Abel y las parábolas del Hijo pródigo y de Los talentos (en el que se premia a un esclavo putero), que ponen de manifiesto que Dios bendice más a quien desafía sus leyes o se arriesga que a los conformistas y sumisos.       

Avanza el autor de 'Louis Riel' (vida del revolucionario canadiense) que ahora está investigando sobre el evangelio de Juan. “Es más espiritual, más extraño y difícil de entender. Como suelo utilizar mis obras para entender lo que no comprendo, siento curiosidad por tratarlo”. ¿El próximo tabú a romper? “Quizá no habrá más tabús”, concluye con una sonrisa pícara.