El MNAC hace las Américas

La crisis ha hecho mucho daño a los grandes equipamientos culturales públicos. Instituciones que antes del batacazo económico se nutrían básicamente de la Administración, de cuyas arcas salía entre un 70% y un 90% de su presupuesto, aportaciones que desde el 2008 se han visto reducidas drásticamente. Eso ha llevado a los museos a un cambio de modelo, a buscar recursos propios y patrocinios que permitan completar unos presupuestos muy mermados, como hacen las instituciones anglosajonas.

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El MNAC lleva tiempo haciendo los deberes. De hecho, de los 15,2 millones presupuestados para 2017, 4,3 los aporta el propio centro. Y ahora estrena un nuevo modelo de patrocinio, aunque a su director, Pepe Serra, no le gusta la palabra. "No hablamos de patrocinio, hablamos de algo diferente, de encontrar compañeros de viaje desde el punto de partida", afirma. "Es decir, ver cuáles son los intereses estratégicos y objetivos del museo, y ver si hay compañías que los comparten para recorrer el camino juntos. De manera que, si sale bien, es un premio para el museo y para la empresa que ha apostado por el proyecto". Es decir, no se trata de tener una exposición y encontrar quién la pague sino de organizarla conjuntamente desde el principio.

En el caso que nos ocupa, los objetivos del MNAC eran exportar la colección de modernismo, uno de los puntales del centro y "unos fondos de referencia" en lo que al movimiento se refiere, a Suramérica, un continente en el que nunca ha estado presente. Hacerlo, significa "poner en valor la colección y crear nuevos públicos a largo plazo", sostiene Serra. Por otro lado, la empresa Abertis tiene proyectos en Brasil (en realidad es donde tiene el número más alto de kilómetros de autopista) y apostar por la cultura y las exposiciones es "un tema de reputación" que, además, "beneficia a las unidades de negocio que pueden aprovechar las excepciones fiscales que de ello se derivan", explica Sergi Loughney, director de la Fundación Abertis. La institución lleva tiempo apostando por ello. Ellos fueron quienes llevaron a Dalí al Centro Pompidou (con récord de visitantes) y a Velázquez al Grand Palais, ambas exposiciones en París. O a Dalí, Miró y Picasso a Brasil. 

MUEBLES, OBJETOS Y PINTURA

{"zeta-legacy-image-right":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/5\/6\/1477665018565.jpg","author":"JORDI CALVERAS","footer":"'Interior de Sitges', de Santiago Rusi\u00f1ol."}}

El resultado de esta 'joint venture' es 'Gaudí: Barcelona 1900', una exposición que de la mano de Abertis (Arteris, en Brasil) y de la fundación brasileña Tomie Ohtake (la misma que expuso a Miró, Dalí y Picasso) se ha visto ya en Florianópolis (con una media de mil visitantes diarios) y en breve viajará a Sao Paulo para luego recalar en Río de Janeiro. "Hemos encontrado la conjunción perfecta: alguien que quiere recibir una exposición nuestra, una empresa que nos acompaña desde el principio y cumplir los objetivos del museo en cuanto a poner en valor sus colecciones", resume Serra. Una operación que el director insiste: "Tiene todas las garantías de transparencia. No se promueven otros intereses más allá de los propios del museo, que son los de sus fondos".

La operación, además de los beneficios intelectuales, aportará a las arcas del museo unos 200.000 euros, lo que supone el presupuesto de casi dos exposiciones temporales. Y exhibirá un conjunto de 50 muebles y objetos del MNAC firmados, entre otros, por Gaudí, Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch, Joan Busquets y Gaspar Homar, además de 16 pinturas de Ramon Casas, Isidre Nonell, Santiago Rusiñol, Ricard Canals y Nicolau Raurich. La muestra reúne también maquetas de Gaudí provenientes de la Sagrada Familia y piezas cedidas por La Pedrera.