CRÍTICA DE CINE

'Astral': Una de superhéroes

EDUARDO DE VICENTE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Calificar 'Astral' Astralcomo un documental es una definición que se le queda muy corta. Porque es una poética historia de amor entre grupos de personas que se acaban de conocer y tienen un breve encuentro donde surge lo mejor de cada uno. Y es una de guerra, o mejor dicho, de guerras, el motivo que provoca que miles de ciudadanos huyan de sus países en busca de la paz y de un futuro que suponen mejor. O es una de piratas que surcan los mares al margen de las leyes y cuyo mejor botín consiste en llegar con vida a Europa, la tierra prometida, o su espejismo. Es una de aventuras en la que el espectador se sube al barco de rescate y no baja hasta el final del trayecto, comparte las confidencias y odiseas de los cooperantes y se siente uno más de la tripulación, vive, come y sufre con ellos.

Pero el trayecto de los africanos está plagado de dolor, de angustia, de incertidumbre, de hambre y de frío, lo que la convertiría en una película más terrorífica, por real. Eso sí, sus creadores han tenido el buen gusto de evitar la tentación de dejarse llevar por el gore y sus imágenes emocionan, sobrecogen, pero nunca obligan al espectador a girar la cara como sí ocurre en una experiencia parecida, 'Fuego en el mar', premiada en BerlínFuego en el mar' y que se estrena este mismo viernes. Y es cine histórico que recoge fielmente lo que está ocurriendo un día tras otro en las costas mediterráneas y denuncia la dejadez de las organizaciones gubernamentales y organismos responsables. Ni están ni se les espera, se limitan a cubrir el expediente y pasar página. Podría ser una fábula moral de Frank Capra en la que, al contrario de los personajes del autor de '¡Qué bello es vivir!', un rico tiene buen corazón y cede su velero de lujo para que los adorables chiflados de Proactiva Open Arms lo desmantelen y conviertan en una nave guerrillera. Caprichos del destino, el filme surge como una iniciativa de un programa televisivo titulado, justamente... ¡'Salvados'

Pero quizá deberíamos verla como el género de moda, el de los superhéroes, pero en una nueva modalidad. Se trata de gente anónima que deja durante largos periodos a sus familias y sus trabajos para luchar contra la injusticia, pero ni vuelan ni tienen corazas repletas de proyectiles. Su único poder conocido es el más humilde y revolucionario que han visto las viñetas de los cómics: la humanidad. Su única arma es un barco que, por mucho que se lo hayan prestado, les ha supuesto 300.000 euros adaptarlo para llevar refugiados y llenar el depósito cuesta, cada vez, 16.000 euros. Desgraciadamente, y para nuestra humillación y vergüenza, no es una de ciencia ficción

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"'Astral'\u00a0\u2605\u2605\u2605\u2605","text":"Direcci\u00f3n:\u00a0Jordi \u00c9vole y Ram\u00f3n LaraCon:\u00a0\u00d3scar Camps, Jordi \u00c9vole, I\u00f1aki Rullan, Rafa Bethencourt, Fernando Pujol, Livio Lo Monaco, Guillermo Ca\u00f1ardo\u00a0Pa\u00eds:\u00a0Espa\u00f1aDuraci\u00f3n:\u00a0101\u00a0minutosA\u00f1o:\u00a02016G\u00e9nero:\u00a0DocumentalEstreno:\u00a012 de octubre del 2016"}}