Nacho Vigalondo: "Si Hollywood me ofrece una franquicia me cago de miedo"

Después de Toronto y San Sebastián, Nacho Vigalondo (Cabezón de la Sal, Cantabria, 1977) recala ahora en Sitges para presentar su primera película 'made in USA'. 'Colossal' parte de una idea loca: una joven estadounidense en paro (Anne Hathaway) regresa a su pueblo natal y no da crédito al constatar que sus movimientos de brazos, cabeza y piernas son repetidos por un monstruo que está atemorizando Seúl. Filme de factura impecable que aun no tiene distribución en España, 'Colossal' es mucho más que una ida de cabeza. Es una comedia romántica atípica, un alegato contra el maltrato y la demostración de que todos tenemos traumas de nuestra infancia. 

El arranque de 'Colossal' es una idea muy loca, una especie de avatar que reproduce los movimientos de la protagonista. Es el tipo de chorradas que voy acumulando en mi cajón. Y tengo unas cuantas. Pero no se sostienen en película hasta que no encuentro el motor, la parte emocional. En este caso, la relación chica-chico.

Hathaway da vida a una mujer empoderada. ¿Se ha puesto usted feminista? Bueno, me gusta cómo su personaje rompe con todas las expectativas de una comedia romántica.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Nacho Vigalondo","position":"CINEASTA","text":"\"Es una buena herramienta de trabajo intentar que el filme tenga coraz\u00f3n\""}}Más allá del entretenimiento, la película tiene un serio discurso contra el maltrato. En todos mis trabajos intento contar algo que no tenga que ver con la corteza del guion. Es una buena herramienta de trabajo intentar que el filme tenga corazón.

¿Tiene usted algún tipo de trauma infantil que se acentúa cada vez que regresa a su pueblo natal? No mayor que el de cualquiera. En estas edades, en las que somos adultos pero no tanto, todos tenemos una relación conflictiva con nuestro lugar de origen y con nuestros padres. Cada vez que estoy allí estos conflictos vibran. Pero, vamos, no tengo un trauma espectacular que poder confesar. Este año he ido dos veces al pueblo, una para la boda de mi hermano y otra para dar el pregón. 

¿Intimida trabajar con una estrella como Hathaway? Es tal mi grado de agradecimiento que lo que siento es una deuda con ella. Voy a luchar para que nunca se arrepienta.

El presupuesto medio de una película española es 1,6 millones de euros. Usted ha tenido 5. "No sé que hacer con tanto dinero", dijo a Hataway. Fue gracioso. Ella habló con todos los directores de departamento y todos le decían que esta era una película muy pequeña y que no había margen de maniobra. Cuando le tocó hablar conmigo le dije que no sabía que hacer con tanta pasta. Pero no he sido un nuevo rico rodándola.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Nacho Vigalondo","position":"cineasta","text":"\"Mi gran miedo no es no hacer taquilla sino no hacer cine\""}}¿Y si Hollywood le ofrece una franquicia? Qué miedo. Suele ocurrir que cuando firmas el contrato ni siquiera hay guion. Yo estaría cagado de miedo. No quiero alardear de autoría y tengo que confesar que si me ofrecieran una cifra descomunal por algo así no sé cuál sería mi respuesta inmediata. Mi objetivo es que las películas parezcan que yo las hago. No porque yo sea muy importante sino porque es lo que pido cuando voy al cine. 

Confesó hace poco no ser un autor de público masivo. Ninguno de mis filmes ha tenido vida comercial ortodoxa. Sin embargo, para mí el gran miedo no es no hacer taquilla sino no hacer cine.