'Inside': amor, y horror, de madre

En el 2007, Alexandre Bustillo y Julien Maury dejaron Sitges perdido de sangre con su ópera prima, ‘Al interior’, festival de la carne con la gran Beatrice Dalle como señora desquiciada dispuesta a arrancarle a una joven embarazada -tijeras y punzón en mano- el hijo que lleva en las entrañas. Cuento oscuro, rojo oscuro, acerca de la maternidad y la pérdida de los seres queridos, ‘Al interior’ se labró enseguida la condición de obra de culto altamente inapropiada para estómagos sensibles. Casi una década después, el sevillano Miguel Ángel Vivas se lanza al vacío con su ‘remake’, ‘Inside’, una revisión despojada de la demencia e insanía del original, y que este viernes inaugura la 49ª edición del Festival de Sitges. “Sé que los fans de ‘Al interior’ odiarán mi película. De hecho, ya la odian sin haberla visto”, asegura Vivas en conversación con este diario, consciente de que a la militancia extrema no le gusta que le toquen sus cosas. Y aquí en Sitges la gente es muy suya.

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Max von Sydow, el hombre que jugó con La Muerte

“Ha tenido algo de divertido y hasta provocador hacer una versión muy diferente de una película tan bruta como ‘Al interior'”, sonríe el director. Producción catalana rodada en inglés, ‘Inside’ relata la misma historia truculenta de su predecesora, con Laura Harring como impagable lunática vestida de negro que quiere robar su hija aún no nacida a una sufrida Rachel Nichols; pero el tono, más liviano, menos demente, más 'americanizado', la aligera y la hace (razonablemente) apta para su consumo en salas comerciales; al fin y al cabo su razón de ser. ¿Cuál otra, si no?

“Yo había visto ‘Al interior' en su momento y me fascinó. Y sentía hacia ella un respeto absoluto como para plantearme seriamente si hacer o no su 'remake'. Cuando los productores me llamaron para decirme si quería dirigirla, lo primero que pensé es ‘¿dónde te vas a meter? Ten cuidado’. Pero leí el guión y, tras pensarlo con calma, vi que era una gran oportunidad de probar, experimentar y jugar, cogiendo una historia muy bestia, muy animal, y haciendo algo menos oscuro y asfixiante y más abierto y trepidante”, cuenta Vivas, un tipo que sabe bien lo que es el cine salvaje y despiadado. No en vano, su segunda película, ‘Secuestrados’ (2010), relato hiperrealista de un asalto doméstico, supuraba una violencia seca capaz de romperte el cráneo en mil pedazos, como el impacto en plena cara de un bate de béisbol.

“La premisa de la película es tan dura que, a veces, el cuerpo me pedía pasarme”, dice Vivas en voz baja, como si estuviera admitiendo algo inconfesable. ¿Y por qué no se soltó el pelo, señor Vivas? “Porque la idea era hacer algo distinto. ¿Qué sentido habría tenido hacer otra vez lo mismo?”, pregunta retóricamente el director andaluz, que reconoce que uno de las principales razones de haber aceptado el reto del 'remake' es la presencia de Jaume Balagueró como guionista. De hecho, ‘Inside’ es una vieja obsesión del director de ‘Mientras duermes’, fanático absoluto de la película de Bustillo y Maury desde que la vio en el 2007, el mismo año, precisamente, en que presentó en Sitges la primera entrega de la saga '[REC]' junto a Paco Plaza.

NERVIOS POR LA INAUGURACIÓN

Vivas parece tranquilo, pero dentro está hecho un manojo de nervios. Ha llegado esta mañana a Sitges procedente de Madrid y en el tren ha notado una extraña erupción cutánea que le ha obligado a visitar al médico nada más llegar al hotel. “Algo alimenticio debe de haber sido, pero los nervios también. Es que inaugurar el festival es una gran responsabilidad para mí... Sitges es mi festival favorito desde siempre. Llevo más de diez años viniendo como espectador. He intentado estar tranquilo y no pensar mucho, pero, lo reconozco, llevo dos días bastante nervioso”, confiesa Vivas justo en el momento en que la protagonista de 'Inside', simpatiquísima Rachel Williams, le ve y se le tira al cuello. El amor lo cura todo. Aunque el de madre, a veces no tanto.