Lecciones de física para controlar, o no, el amor

Arropados por el terciopelo rojo de los vetustos asientos y los cortinajes y el dorado de esculturas y molduras, medio millar de jóvenes figurantes se contonean al ritmo de la música de discoteca, iluminados por decenas de luces y focos en movimiento, bajo la gran araña de cristal que cuelga del techo de la añeja pista de baile, rodeada de la no menos histórica galería porticada superior. Las cámaras sortean a los extras en La Paloma, la centenaria sala de fiestas de la barcelonesa calle del Tigre, que pronto volverá a abrir sus puertas tras nueve años de ausencia, y que esta semana ha acogido el inicio del rodaje de 'Las leyes de la termodinámica', la nueva película de Mateo Gil. “Es como un manual de física en clave de comedia para explicar dos historias de amor”, señala el director. Sus protagonistas, los jóvenes actores Vito Sanz, Berta Vázquez, Chino Darín y Vicky Luengo. 

La escena se desarrolla en esta atmósfera con solera bajo la atenta mirada del cineasta y guionista estrella de Alejandro Amenábar en ‘Tesis’, ‘Abre los ojos’, ‘Mar adentro’ y ‘Ágora’. Atraviesa la pista Vito Sanz (‘María y los demás', ‘Los exiliados románticos’) y lleva de la mano a Andrea Ros, su alumna en la ficción. Él interpreta a Manel, un profesor universitario que “achaca a las leyes de la física todo lo que no sale bien en sus relaciones de pareja”, apunta Gil, y cuya vida ordenada experimentará un vuelco al enamorarse de Elena, personaje que se mueve en el mundo de la moda y que encarna Vázquez (La Rizos de la serie ‘Vis a vis’, que debutó en el cine en ‘Palmeras en la nieve’ junto a Mario Casas). 

DE GALILEO A EINSTEIN

“En La Paloma, la presencia de ella, rodeada de chicos que orbitan a su alrededor, ayuda a explicar las leyes de Kepler, que gobiernan las órbitas de los planetas alrededor del sol”, añade el director, quien envolverá todo el relato de una estructura de “seudodocumental”, que ligará las distintas situaciones con “Copérnico, Galileo, la física cuántica, las fuerzas de la naturaleza, Einstein y la teoría de la relatividad (durante el desfile del orgullo gay) o las leyes de Newton (que se escenifican cuando los dos amigos protagonistas chocan en plena calle con sus futuras parejas en un claro ejemplo de la atracción de los cuerpos)”. 

“Siempre me ha gustado la física. Empecé leyendo sobre las leyes de la termodinámica, no me preguntes por qué, y pensé que cualquier ley puede traducirse clarísimamente en sentimientos. Vi que había una película. Empecé a hilar y las piezas encajaron muy bien”, cuenta el director, que tras el wéstern 'Blackthorn', el suspense de 'Nadie conoce a nadie' y el “intensísimo dramón” 'Proyecto Lázaro' -historia de ciencia ficción sobre la resurrección de un crionizado, que presentará en el inminente Festival de SitgesFestival de Sitges-, retoma el género de la comedia con el que ya experimentó en cortos como ‘Dime que yo’.

Sin embargo, aunque “la situación es cómica, ellos viven su drama particular” y por ello ha dado una “consigna” a sus actores: deben interpretar de manera realista porque de poner la comedia ya se encarga él. “No es una película de carcajadas sino de sonrisas. La comedia surge del absurdo de la vida”, le secunda Vázquez, que en su segunda incursión en el cine aún se siente “principiante, con algo de miedo y nerviosa”. “Mi personaje -relata en un descanso- se deja llevar por los sentimientos, es todo lo contrario de Manel, que tiene miedo de sentir y dejarse ir. Enamorarse de Elena supone para él un antes y un después. Ella rompe sus rígidas ideas sobre la relación de pareja y le ayuda a descubrir los misterios del amor y que este no se puede controlar”. 

Vito Sanz, más habituado al teatro y el cine independiente, se nota algo extraño entre la multitud de extras. Se confiesa “de letras” y para él la física es aún “un enorme y complejo abismo" que la película le ha ayudado a intuir. Secunda las palabras de su compañera: “El recuerdo de mi primer amor es como una nebulosa gigante, una especie de locura que te sorprende y que no sabes gestionar, imposible de controlar a nivel emocional y mental. Manel es un astrofísico que intenta darse respuestas con las leyes de la física hasta que verá que es absurdo”.  

BARCELONA COMO PERSONAJE

‘Las leyes de la termodinámica’, con un presupuesto de tres millones de euros y cuyo estreno se prevé para otoño del 2017, está producida por Zeta Cinema y Atresmedia Cine y se rodará durante siete semanas en el centro de Barcelona. La ciudad es un personaje más, el Born, el Gótico, el Raval, la Ciutadella..., todo el centro sirve a Gil para dar al filme “un toque especial, una elegancia estética para la cual Barcelona es insuperable”, opina. 

Además de Vázquez y Sanz y de Chino Darín (‘La Reina de España’) y Vicky Luengo (‘Barcelona nitd’hivern’), también figuran en el reparto el modelo Juan Betancourt, Andrea Ros, Irene Escolar y Josep Maria Pou, director de tesis de Manel, que a pesar de ser su referente, difícilmente le enseñará cuántas leyes de Kepler se han cumplido bajo la enorme lámpara de cristal de la Paloma.