Sigourney Weaver: "Las mujeres somos el pegamento del mundo"

J. A. Bayona, junto a Sigourney Weaver, en San Sebastián, donde presentaron 'Un monstruo viene a verme'.

J. A. Bayona, junto a Sigourney Weaver, en San Sebastián, donde presentaron 'Un monstruo viene a verme'. / periodico

OLGA PEREDA / SAN SEBASTIÁN

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La primera vez que Sigourney Weaver (Nueva York, 1949) pisó el festival de San Sebastián lo hizo arropada por sus padres. Era 1979 y la actriz venía con su primera película debajo del brazo: 'Alien'. El inmortal filme de Ridley Scott la convirtió para siempre en la teniente Ripley y le sirvió de lanzadera para que en Hollywood se la empezaran a rifar para papeles de mujeres fuertes. Ahora, J. A. Bayona le ha puesto en bandeja otro personaje duro y, al mismo tiempo, infinitamente humano. Weaver -que recibe hoy el premio Donostia en reconocimiento de toda su carrera- es la abuela del chaval protagonista de 'Un monstruo viene a verme'. Una mujer que se enfrenta al cáncer mortal que padece su hija y al miedo de su nieto a quedarse huérfano de madre y solo en el mundo (el padre ha rehecho su vida, no quiere hacerse cargo de él). Una vez más, Bayona busca la emoción del espectador con una fábula sobre el poder de la imaginación para sobrevivir. Atrapado en una existencia dolorosa, el chaval -que sufre acoso en el colegio- busca una vía de escape en un monstruo imaginario que le narra cuentos. Hay que tener el corazón un poco seco para salir indemne del cine.

'Un monstruo viene a verme' generó de todo menos indiferencia en San Sebastián. Muchos, la mayoría, aplaudieron la valentía y el buen hacer de Bayona, cineasta que, a todas luces, juega en otra liga. Esa misma mayoría elogió también la emoción (mejor dicho, catarsis) que genera el nuevo trabajo del director catalán, rodado en inglés en Barcelona y Manchester y con producción española (Telecinco Cinema, Apaches). Sin embargo, hubo voces (las menos) que echaron a faltar mayor dosis de sutileza y menores dosis de manipulación. 

LAS MUJERES, EL PEGAMENTO DEL MUNDO

Derrochando clase y saber estar, Weaver -que ha trabajado con los más grandes del cine mundial- ha dejado claro que Bayona está, a partir de ahora, en su particular firmamento. "Es un volcán de ideas", ha asegurado tras contradecir a los que creen que el cine ya no da oportunidades a las mujeres de su edad. "Es un excelente momento para nosotras. En el cine y en la vida real. Somos el pegamento que une este mundo. Vamos a tener una presidenta, ya era hora", exclamó en referencia a la posible victoria de Hillary Clinton en EEUU. "Mis personajes casi siempre han sido fuertes. Son mujeres que tienen momentos de debilidad pero que no se sientan a una silla a esperar a que el hombre tome el control". Aplausos.