ESTRENO EN EL ROMEA

Héctor Alterio: "Ahora entiendo mejor a los enfermos de alzhéimer"

El actor de 87 años interpreta a un afectado por la enfermedad neurodegenerativa en 'El Padre', una farsa trágica de Florian Zeller

actor hector alterio

actor hector alterio / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Héctor Alterio (Chacarita, Buenos Aires, 1929) regresa al Romea esta vez como protagonista de 'El padre', una farsa trágica del aclamado autor francés Florian Zeller. Todo en la obra gira alrededor de su personaje, enfermo de alzhéimer, y las relaciones con la hija que lo acoge en su casa. El montaje se estena este jueves en el Romea, donde se representará hasta el 16 de octubre. El montaje penetra en la mente del protagonista y obliga al público a recomponer un confuso puzzle.

¿Qué fue lo primero que pensó al leer 'El padre'? Desde el principio percibí que era un texto entrañable pese a la confusión a la que a veces te conduce. 'El padre' está escrita desde la mente del protagonista. Es complejo pero te lleva a entender mejor qué les ocurre a los enfermos de alzhéimer.  

¿Y qué les ocurre? En realidad no se sabe tanto acerca de esta enfermedad neurodegenerativa. Desorienta mucho y afecta menos al propio enfermo, que vive en su propio mundo, que a quienes conviven con él. 

Vuelve a dirigirle José Carlos Plaza, con quien ya trabajó en 'En el estanque dorado' Me dieron a elegir qué director quería y enseguida pensé en él. Nos entendemos muy bien. A parte de gran talento es una persona maravillosa. 

A punto de cumplir 87 años ¿qué significa hallar una pieza hecha casi a su medida? Es un placer iniciar una aventura como esta. En realidad, cada proyecto teatral es como un matrimonio. Cuando uno empieza no sabe si va a ir bien o mal, tampoco sabe cuánto durará. El teatro es una apuesta y a veces sale tu número.

Los preestrenos realizados hasta la fecha avalan el montaje. ¿Cuál es la clave? La obra atrapa al espectador y lo mantiene alerta. A veces está en silencio, otras ríe o llora. Zeller tiene la capacidad de llegar al público penetrando en la mente del protagonista.

Es una enfermedad que ataca la memoria. ¿Si olvida de alguna frase de texto se notará menos? Totalmente, ja, ja. Mis propios compañeros me lo recuerdan cada día. Esta es una de las grandes ventajas de mi personaje. Interpreto a alguien que está continuamente dudando. Por suerte, estoy acompañado de un gran equipo con Ana Labordeta, Luis Rallo, Miguel Hermoso, Zaira Montes y María González.

Muchos actores lamentan la falta de personajes a partir de cierta edad pero usted no para. La vida es un inmenso trayecto, abarca de la infancia a la vejez y hay todo tipo de personajes: niños, jóvenes, adolescentes, gente de mediana edad, ancianos y decrépitos. Yo no le quito el trabajo a nadie y nadie me lo quita a mí. ¡Si yo vivo en el teatro! Pero los años pasan. Empecé a notarlo cuando comenzaron a llamarme Don Héctor. Eso ya me hizo sentir raro. Ahora cuando voy a subir a un autobús me hacen pasar el primero. Ya se sabe, vas cumpliendo años y hay que aceptarlo. 

¿Conocía la enfermedad de cerca antes de meterse en la obra? En 'El hijo de la novia', filme de Juan José Campanella, hacía de un marido cuya esposa, que interpretaba Norma Aleandro, padecía alzhéimer. El director tiene a su madre afectada y me llevó a conocerla. La visitamos en la residencia donde la cuidan y salimos a pasear con ella. Mientras Campanella y yo hablábamos, de repente se paró y dijo: "¡Ay, si me viera mi papá!". Le preocupada lo que pensaría si la viera con dos hombres, uno en cada brazo. Por más que su hijo le explicó que nadie la vería se fue sollozando, se quería esconder. Esa fue mi primera experiencia directa con la enfermedad.

¿Qué le diría a quienes no van a ver una obra sobre el alzhéimer porque ya lo viven en casa? Es que no tiene nada que ver una cosa con otra. Esto es teatro, un espectáculo con humor, ritmo y sorpresas. Evidentemente tratamos de hacerlo lo más creíble posible pero no es un drama. Ayuda a ver el alzhéimer de otra manera. 

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