Els Catarres: "Tenemos muchas ganas de renovarnos"

Hablamos con Roser Cruells, la contrabajista del grupo que este lunes actúa en Cap Roig, sobre su gira, su último disco y la parada que iniciarán este noviembre

Els Catarres.

Els Catarres. / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Els Catarres actúan este lunes en el festival de Cap Roig de Calella, con todas las entradas vendidas. Este verano, con la gira 'Supernova', defendiendo su disco ‘Big Bang’ (2015), ha sido un no parar para el grupo: hasta 11 ocasiones más habrá para escucharlos en lo que queda de agosto. Y en noviembre (también entradas agotadas), una tanda de siete conciertos con el engañoso título de ‘L’últim adéu’. Hablamos de todo ello con la contrabajista del trío fundacional, Roser Cruells.

Este ha sido un verano intenso, ¿no? Realmente llevamos un año y medio que no paramos de hacer conciertos, también fuera: Madrid, China y Corea, una experiencia que fue muy enriquecedora. Estamos supercontentos porque cada vez viene más gente a los conciertos, más animada, con muchas ganas de bailar, cantar y pasarlo bien.

El otro día repasamos las canciones en catalán que se han escuchado más de un millón de veces en Spotify: eran 44, de todos los músicos catalanes de todos los tiempos, y siete eran de ustedes... Nosotros no nos dedicamos solo a tocar, eso es el 10% de nuestro trabajo: el 90% en picar piedra, diseñar y administrar el proyecto, trabajo que hace que toquemos con los pies en el suelo y que cosas como estas, que nos cuesta imaginar, nos descoloquen mucho. Supongo que el próximo parón de año y medio, o lo que sea, nos permitirá situarnos, mirar atrás y digerir todas las cosas grandes que nos están pasando.

El noviembre darán siete conciertos anunciados como ‘L'últim adéu’. ¿Es simplemente una parada técnica para componer un nuevo disco y grabar, o es algo más, en plan suspensión temporal de la convivencia? Será más de un año, pero no tenemos muy claro qué será esta parada. La teníamos clara desde antes de sacar este disco: llevamos seis años de carrera musical sin hacer vacaciones; cuando estábamos parados era porque grabábamos un disco y ensayábamos. Es un momento importante para poder descansar, llevamos muchos conciertos a las espaldas. Tenemos muchas ganas de renovarnos, de poder hacer un disco muy tranquilamente, porque siempre los hemos grabado muy deprisa. ¡Aunque ahora que tendremos tranquilidad igual se nos cruzan los cables!

¿Llevan en mente cambiar de formación, de sonido…? Hasta que no acaba una gira no empezamos a pensar en el futuro, eso no nos haría disfrutar tanto del presente. Nos ha funcionado bien así. No tenemos ni idea de cómo será el nuevo disco, y la formación que tenemos se mantendrá, y si cambia será para crecer. Seguramente, bueno. 

¿Por qué han elegido para esa tanda de conciertos pre-parada siete salas distintas (Barts, Sidecar, Apolo, Heliogàbal, Luz de Gas, Bikini y Razmatazz? Por dos motivos. Para apoyar que haya salas abiertas en Barcelona, algo que es muy difícil con todos los permisos e infraestructuras, coincidiendo con el 15 aniversario de la Associació de Sales de Concerts de Catalunya. En los pueblos es distinto. Es muy fácil montar un grupo y tocar en la fiesta mayor de tu pueblo y en los de al lado. Pero cuando estás en una ciudad para dar a conocer un grupo ha de haber salas donde te abran las puertas. Y por otro lado, porque teníamos muchas ganas de desarrollar el concepto que hemos creado en torno a ‘Big Bang’. Empezamos con un primer concierto en una sala tan grande como el Sant Jordi Club y después de un año es como si la explosión se repartiese en distintos planetas imaginarios, con formatos y filosofías diferentes.

Ese cambio de sonido ya lo hicieron en ‘Postals’ (2013), con sección de vientos y ampliados ya a seis componentes, ¿no? La formación de los dos últimos discos es exactamente la misma. Pero lo que sí es una diferencia  es que ‘Big bang’ en sí es mucho más directo, con arreglos más potentes pensados para que se toquen en directo. ‘Postals’ era un disco más para escuchar en casa, que después tenía sus versiones en directo. ‘Big bang’ es más cañero.

Siguen apostando por difundir su música de forma gratuita. ¿Les ha salido a cuenta? Queríamos que la música llegase a mucha gente. Cuando empezamos nosotros mismos no nos podíamos permitir comprar discos. Es una filosofía que no cambiaremos. Por eso para quien compra el disco lo hacemos personalizado, que sea una cosa única, con la que agradecemos el esfuerzo que hace. Cada vez hay menos equipos en las casas, al final el disco es una cosa como de recuerdo.

¿Qué tal puede un grupo catalán vivir de la música? Lo que se gana con la venta de los discos es mínimo, no contamos con ello; como mucho da para reinvertir en la grabación del disco nuevo. Con los directos tampoco no nos hacemos millonarios, pero tenemos la suerte de que podemos vivir de ello. Durante esta parada no haremos nada más. Quizá no somos músicos que hayamos estudiado mucho, pero nos juntamos mucho para tocar, ensayar, aprender.

Acaban de grabar una canción para Dissantes, la fiesta anual de la Fundació el Maresme dedicada a las personas con discapacidad con motivo de Les Santes, la fiesta mayor de Mataró. Nos hizo ilusión que nos lo propusieran. El requisito para tocar en Dissantes es que el grup haga una canción que se titule, cada año, ‘Jo sóc com tu’. Teníamos mono de componer, porque hacía tiempo que no componíamos una canción nueva, y la Fundació el Maresme está haciendo las cosas muy bien.

¿Cómo fue la experiencia de tocar en Asia? Nos encontramos a gente que estaba muy a tope. En Shanghai vino mucha gente, en realidad era un gran festival con muchos grupos de heavy y supongo que éramos la curiosidad. Pero la gente estuvo todo el concierto bailando (cantando no, claro) y entregándose. Como experiencia de grupo nos ayudó a unirnos.

¿Sienten afinidad con otros grupos con un sonido con aires de fiesta como Txarango y La Pegatina? Todo el mundo tiene su estilo, aunque hay cosas en las que nos parecemos porque todos salimos de un territorio bastante pequeño. Pero lo importante es que el panorama en catalán cada vez sea más grande.  

¿Cómo fue la experiencia con Pujol disertando sobre su 'Jenifer'? Fue muy fuerte. Primero nos llegó un audio…  

Que siguen repitiendo en ‘APM’. No lo sé, porque no miro la tele. Pensábamos que era un imitador hasta que vimos el vídeo. Las cosas se nos fueron de las manos, porque entonces éramos tres personas que tocábamos en nuestro local, trabajábamos y estudiábamos.

¿Qué les ayudó más a despegar, esa ‘Jenifer’ o que ‘Rock and Roll’ fuese el 2013 la canción del verano de TV3? ‘Jennifer’ nos fue muy bien para darnos a conocer cuando nuestro planteamiento inicial tenía cero expectativas de nada. Tuvimos suerte. No la dejamos de tocar, estamos superagradecidos a esta canción, aunque le hemos dado una vuelta más rockera. Pero otras canciones nos han ido dando empujones: nuestros discos no hay sido de un solo single. ‘Invencibles’ y ‘Tokyo’ han sonado mucho también

Por cierto: el material de promoción de ‘Big Bang’ decía que era como una inyección de serotonina. Y después Manel se apunta a la misma sustancia. No sé, tengo su disco aún envuelto y no lo he escuchado.