Brittany Howard: "Tocar con Prince fue una experiencia increíble"

El grupo blues-rock Alabama Shakes ha visto el excelente material de 'Sound & color', su segundo disco, recompensado con grandes ventas y hasta tres Grammys. Formados en el 2009, ya tienen aura de clásicos modernos. La cantante y guitarrista Brittany Howard, que seguramente dejará sin respiración al público este sábado desde el escenario StubHub (21.45 h.), en el marco del festival Cruïlla, en el Fòrum, contesta a nuestras preguntas.

Escuchando su canción 'Sound & color', se puede pensar en las dos mayores pérdidas recientes del pop: David Bowie (en parte porque el título recuerda a 'Sound and vision') y Prince (por cómo usa usted el falsete). Cuando apareció en abril del 2015, era una canción fabulosa, pero ahora es el doble de resonante. ¿Pensaba en alguno de estos iconos cuando la compuso? Soy una gran fan de la música y las carreras de David Bowie y Prince. Realmente admiro mucho lo que ambos hicieron en su vida. No pensaba en ellos conscientemente, pero desde luego, han jugado un gran papel en mi 'background' musical y supongo que, aún sin intentarlo a propósito, aparecen en lo que hago. No me sorprende lo que usted dice.

El pasado verano tuvo la oportunidad de tocar en la casa de Prince en Paisley Park. Háblenos un poco de esa experiencia. Fue, por supuesto, una experiencia increíble [tocaron el tema ‘Gimme all your love’ junto al propio Prince, que al parecer se marcó el solo del siglo]. No pudo ser más amable con nosotros y es un día que nunca olvidaremos. 

Volviendo sobre el tema del falsete, también lo usa de forma sugestiva en la famosa 'Don't wanna fight'. No sé si ha redescubierto este registro. Me gusta jugar un poco con el falsete. Desde luego, en este disco me he empujado vocalmente en direcciones inexploradas, y estoy muy orgullosa de dónde he llegado.

Ha dicho que 'Don't wanna fight' ('No quiero luchar') trata sobre un tiempo en que intentaba equilibrar banda y trabajo y lo veía imposible. La trama de desesperación parece universal. La gente me ha ofrecido muchas interpretaciones diferentes del tema. En realidad, creo que no es tanto sobre mí como sobre gente a la que he observado y la lucha a la que se enfrentan día a día.

¿Diría que este disco es más político, a nivel de letras, que el primero? Depende como siempre de la interpretación de cada uno. Pero yo no lo veo un disco político.

A nivel puramente de sonido, supone un gran salto respecto a 'Boys & girls' (2012). El diseño de sonido es sutil, espacial, místico... La producción y los arreglos suenan modernos sin resultar demasiado de ahora mismo. Nos hemos desafiado a nosotros mismos seriamente y, desde luego, hemos reflexionado mucho sobre cómo queríamos que sonase el disco. Sobre todo, nos propusimos hacer algo de lo que pudiéramos estar orgullosos. Eso incluía atreverse con cosas que no sabíamos muy bien cómo se percibirían. Pero lo más importante fue siempre ser fieles a nuestras intenciones.

Han llegado a incluir sonidos espaciales creados por la NASA en una de las canciones ('Dunes'). Y el resultado es sugestivo. ¿Piensan ir más allá en la experimentación? Creo que sí, claro que sí. La idea es seguir probando cosas y proponernos nuevos retos y seguir aprendiendo sin parar. De lo contrario, esto sería un aburrimiento.

En cierto sentido, cada canción parece su propio mundo. ¿Era esa la idea? Sí y no. Fuimos componiendo y grabando y cerca del final empezamos a mirar hacia atrás y... La verdad es que nos preocupamos un poco, porque no sabíamos cómo iban a encajar las canciones en un mismo lote. En cuanto encontramos el orden, todo pareció tener sentido.

¿Qué es lo próximo para Alabama Shakes? ¿Ya hay ideas para el tercer disco? En algún momento habrá que hacerlo. Pero queremos tomarnos un tiempo libre y ponernos solo cuando estemos preparados al cien por cien.