Un Canet Rock con poder

Marc Ros (de Sidonie) .

Marc Ros (de Sidonie) . / FERRAN SENDRA

JORDI BIANCIOTTO / CANET DE MAR

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La música como rito compartido, a través de los géneros y con destino final en la ensalada de ritmos festivos y mestizos hasta la madrugada y más allá. Así fue la tercera edición de este nuevo Canet Rock, renacido en el siglo XXI con una fuerza que no decae. La suave pendiente del Pla d'en Sala, su acogedor escenario histórico, se llenó de un público mayormente muy joven, superando fácilmente los 20.000 espectadores esperados, para acoger a algunos de los grupos más populares de la escena catalana, como son Els Pets, Manel, Sidonie, La Gran Pegatina y Els Catarres.

Una sesión poco menos que maratoniana, como es tradición, que comenzó a andar bajo el signo del pop y que, en su tramo nocturno, se decantó por la verbena y el cruce de ritmos bailables. Como el año pasado, dominó una audiencia adolescente y veinteañera, con menos presencia de padres curiosos que en la primera edición. Público que comenzó a congregarse por la tarde, aún con el sol cayendo con cierta obstinación sobre el Pla d'en Sala, para atender a las propuestas más tiernas, Rúpits Tardor, seguidas del mestizaje emergente de Animal y el pop clasicista, un poco endurecido en directo, de Blaumut, que no pasó por alto sus populares 'Pa amb oli i sal' y 'Bicicletes'.

DESAFÍO 'RETRO'

El desfile de 'La pols i l'era' puso un punto y aparte con su puesta en escena de un imaginario pop con referencias a los años 60, un elaborado producto de estudio de compleja plasmación en escena. Pero ahí estuvieron sus ideólogos, Guillamino y Oriol de Balanzó, y el presentador, el hombre de radio Jordi Beltran, dando paso a Eric Sueiro (The Saurs) y el 'soulman' de Solsona Eduard Gener en 'Poca cosa', con 'sample' de Jacinta, y a un yeyé Joan Colomo, siempre sobre tersos 'grooves'.

Núria Feliu intervino en el espectáculo muy vitaminada, animando a gritar "in, inde, independència" a un público más que predispuesto. "Que no has vist quin jovent, quina mongeta tendra?", le hizo notar a su 'partenaire' Òscar Dalmau antes de meterse los dos en el paródico refinamiento a lo James Bond de 'Le llamaban el fiera'. Otra dama de la primerísima era pop, Lita Torelló, aliada con Ernest Crusats (La Iaia), nos invitó a pensar que nunca debería haberse retirado. Faltó el maestro Francesc Burrull, baja por indisposición, pero no Joan Pons (El Petit de Cal Eril), Núria Graham y El Gordo del Puru.

QUÉ ERA LA CENSURA

También hacia atrás miró, y con ánimo pedagógico, Josep Maria Mainat, rescatando, con músicos como el guitarrista Frank Mercader, 'Homenatge', de La Trinca, en atención al 45º aniversario de las Sis Hores de Cançó de Canet. "Sabeu què és la censura?", preguntó a una muchachada tan asombrada como en una clase de historia medieval. La represión consistía en que si una cosa no la podías decir de una manera, la decías de otra, explicó. Como en 'L'estaca', de Llach, cuya letra parodió, convertida en 'El wàter'. "Segur que l'aigua baixa, baixa, i el podrem desembussar"A los coros, miembros de la Dharma y el prodigioso animador popular Miquel del Roig, que más tarde causó furor con sus adaptaciones de 'Baixant de la Font del Gat', 'Can't take my eyes off you' y 'Gitana hechicera', la rumba de "Barcelona, tiene poder".

AL GRANO

Los festivales estimulan la faceta más expeditiva de los artistas, y Sidonie fue una muestra con su pase muy power pop, directo a la esencia con asaltos a hits como 'Costa azul' y 'El incendio'. Y Manel, que 24 horas antes había actuado en el Vida Festival y que ofreció un condensado de su nuevo disco,' Jo competeixo', ante un paisaje humano "una mica impressionant, una mica intimidant", confesó Guillem Gisbert. Sin traicionar su espíritu, pero decantándose hacia sus cartas más fulminantes: de la latina 'La serotonina', con Martí Maymó al sintetizador, a 'Ai Dolors', 'Benvolgut', 'Teresa Rampell' y 'Sabotatge'.

El 'grandes' éxitos de Els Pets, que se abrió con 'Estúpidament feliç', encauzó la larga noche de Canet, que entrada la madrugada acogía el rock duro de Sangtraït camino del cruce de verbena y consignas combativas de grupos como La Pegatina, Aspencat Els Catarres. Del estribillo pop a la agitación terrenal en Canet Rock.