Marc Anthony, con su gente

La estrella latina combinó romanticismo y poder salsero en un arrollador recital en el RCDE Stadium

Mark Anthony, en el estadio del RCD Espanyol

Mark Anthony, en el estadio del RCD Espanyol / FERRAN SENDRA

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Marc Anthony es uno de esos artistas que congregan más público del que podríamos imaginar, quizá porque este se mueve al margen de nuestro ‘mainstream’ comunicativo: fans con raíces en Colombia, Ecuador, República Dominicana... Sus banderas salpicaban este viernes la pista y gradas del RCDE Stadium, el estadio de Cornellà-El Prat, con tres cuartas partes de su aforo ocupado. No hay cifras oficiales de asistencia, pero hablamos de bastante más que un Palau Sant Jordi lleno.

Hacía ocho años que la estrella neoyorkina, de origen puertorriqueño, no actuaba en Barcelona y la ansiedad que se observaba en el ambiente tuvo recompensa. Un Marc Anthony que fue galán romántico y esteta de la salsa, arropado por una tropa de 15 músicos que se movió entre la delicadeza y el poderío latino, mesurando fuerzas y sabiendo cómo construir secuencias rítmicas capaces de llevarse un estadio por delante. Repertorio en español, sin citas a sus ‘hits’ anglófilos, y muy variado, con pocas menciones a su último disco, ‘3.0’ (2013), y sí unas cuantas a ‘Amar sin mentiras’ (2004), como la canción que abrió la noche, ‘Valió la pena’.

ESTRELLA NATURAL

Marc Anthony fue estrella desde el minuto uno, y no dio la impresión de que se esforzara calculando sus poses de figurín, sino que, haga lo que haga, cualquiera de sus movimientos naturales le deja así de bien en el espejo. Cantando a la “noche de locura interminable” de ‘Y hubo alguien’ y esperando que el público rematara el estribillo justo en el momento en que se quitaba las gafas de sol y le dedicaba una caída de ojos.

Su salsa romántica fue sutil y arrolladora, decantándose hacia la ‘power ballad’ latina en el ‘medley’ que viajó de ‘Abrázame fuerte’, de Juan Gabriel, a ‘¿Y quién es él?’, de Perales, y forzando el ritmo con guante de seda en los desarrollos de ‘Vivir lo nuestro’, ‘Volando entre tus brazos’ y un ‘Te conozco bien’ que cantó cazando al vuelo un sujetador y colocándoselo encima del hombro. Sí, Marc las volvió locas, y consumó la conquista apelando a ‘Mi gente’, de Héctor Lavoe, y al manifiesto de ‘Vivir mi vida’, el ‘C’est la vie’ de Khaled tocado por una contagiosa levedad caribeña.

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