Amor, desamor y una puta muy alta

Pau Arenós publica su primera novela, con una prostituta talla XXL que explica historias a un ermitaño urbano

Pau Arenós

Pau Arenós / JULIO CARBÓ

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Álex ha decidido no salir de casa, y sobrevivir frugalmente gracias a la cría de grillos a domicilio. Sandra es “alta, muy alta, muy alta”, y así lo hace constar en el anuncio donde ofrece sus servicios como prostituta. De rarito a rarita, Álex y Sandra acaban practicando el sexo de puntillas y explicándose historias. Las de Sandra, claro, le sacan dos cabezas, en interés, a la del celador misántropo. Y, entre relatoy relato, acaban pasando cosas. Por estos derroteros circula ‘Una puta muy alta. Una novela de amor’, la primera obra de ficción tras un lejano volumen de relatos del periodista de EL PERIÓDICO Pau Arenós (Vila-Real, 1966).   

Arenós está sorprendido porque, en su primera novela, tras numerosos libros centrados en la gastronomía como ‘Los genios del fuego’, ‘La cocina de los valientes’ ‘Hecho en casa’, ha descubierto que a las editoriales “los libros literarios les cuestan más, buscan libros de género y con volumen para hacer una lectura larga”. ‘Una puta muy alta’ ha sido publicado por Stella Maris, “una editorial que busca autores noveles y que ha apostado por el riesgo”. Y su novela no es de género, aunque lo parezca, con la boca abierta, marcada con código de barras, de la portada. “No es erótica, y no es negra, aunque puede vivir de una cosa y de otra; hay actividad sexual, pero tiene un motivo, no es una novela para leer con una mano, y hay una parte de negra, sobre todo en el mundo del que proviene Sandra. Pero el subtítulo es ‘una novela de amor’ porque en realidad es la historia de dos personas que están aisladas del mundo, una de manera voluntaria y la otra por sus características físicas; él no sabe querer y ella, tampoco”, explica Arenós.

Arenós define así a Sandra: “Es una prostituta independiente, que reina sobre su mundo, al margen de chulos y de estructuras. Una mujer muy fuerte, con poderío, que tiene las riendas dominadas y que no se siente cohibida por su profesión”.  Entramos aquí en terreno pantanoso: ¿es siempre explotación el sexo de pago, o existe realmente esa prostituta autónoma y libre? “No soy un experto en este mundo, solo he creado un personaje. Pero aunque haya sordidez, explotación, tráfico de personas, en este diario hemos publicado reportajes sobre mujeres que tienen una visión de la prostitución parecida a la mirada de mi personaje, independiente, que no rinde cuentas a nadie”, responde. Pero que quede claro, apunta el autor: “no se trata de un libro sobre prostitución: la prostitución le permite a Sandra tener historias que explicar sobre sus clientes”.

HISTORIAS EN EL LECHO

En la segunda parte del libro, precisamente, Sandra se convierte en una especie de Sherezade que entretiene a Álex con esos cuentos "con tono de astracanada, pequeñas sátiras de varios mundos”. Un escritor que quiere ser ‘best-seller’, un gurú de la autoayuda, un obseso de los cronómetros, un músico heavy calvo, una travesti que hace crochet, el director de un peculiar ‘reality’, un ‘Gran Hermano’ en un tentadero taurino… Arenós se dejó llevar por la imaginación, aunque no le extrañaría que llegase a existir algo así; y efectivamente la realidad vuelve a superar la ficción: hace unos años, Canal Sur y Telemadrid emitieron los ‘talent show’ ‘Quiero ser torero’ y ‘La suerte está echada’. Y el anuncio de la prostituta ‘muy alta, muy alta’ también es imaginario. Pero tirando de Google… sí, también las hay que publicitan su talla como atractivo particular.

Para quienes sigan desde hace años a Arenós, una advertencia del propio autor: “En la escritura, y lo he visto al cabo de años de oficio, cada vez es más importante tratar que no se desboque el animal, controlar las ideas, buscar una narración un poco más seca; sobre todo para los que tenemos un poco de tendencia a la pólvora”.