RECONOCIMIENTO

Preston atribuye su rechazo al fascismo a su origen obrero

El hispanista e historiador británico reitera su "fascinación" por Barcelona en su investidura como Doctor Honoris Causa por la Universitat de Barcelona

Paul Preston, durante el acto en el que ha sido investido Doctor Honoris Causa por la Universitat de Barcelona.

Paul Preston, durante el acto en el que ha sido investido Doctor Honoris Causa por la Universitat de Barcelona. / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El historiador e hispanista Paul Preston (Liverpool, 1946) ha explicado este martes, en su discurso de aceptación como Doctor Honoris Causa por la Universitat de Barcelona, que sus simpatías por el Gobierno de la Segunda República crecieron a medida que averigüaba más sobre la injusticia social y ha considerado coherente que, al provenir de un barrio obrero de Liverpool, fuera contrario al fascismo.

El hispanista, que ayer concedía una entrevista a este diario recién llegado de Londres, ha recordado en perfecto catalán cuándo comenzó a interesarse por la historia de España, tras licenciarse en Oxford, en la Universidad de Reading, donde cursó un curso sobre la guerra civil con Hugh Thomas. "Empecé a leer sin parar sobre la guerra civil española y me parecía más fascinante que cualquier otro periodo que hubiera estudiado antes", ha explicado. 

LA GUERRA CIVIL, "UNA CAJA DE PANDORA"

El conflicto español fue para Preston "una caja de Pandora" que le permitía estudiar "el comunismo, el anarquismo, el socialismo, la francmasonería y la democracia liberal, así como protagonistas de la talla de Stalin, Hitler, Mussolini, Trotski, Léon Blum y Neville Chamberlain, además de una cantidad enorme de protagonistas españoles", ha recordado.

"La simpatía que sentía por aquel Gobierno democrático -ha rememorado en referencia a la Segunda República- fue creciendo a medida que avanzaba la investigación sobre la injusticia social en España y veía cómo la gente normal y corriente había superado las increíbles crueldades de la guerra para defender un sistema democrático que tanto había hecho por los derechos de las mujeres, la educación y el bienestar social". "En realidad, viniendo de un barrio obrero de Liverpool, lo más lógico y coherente era mostrarme contrario al fascismo", ha añadido Preston, catedrático de Historia Internacional en la London School of Economics (LSE), donde dirige el Centro Cañada Blanc de Estudios de la España Contemporánea.

FASCINACIÓN POR BARCELONA

Sin embargo, el hispanista ha subrayado que su "verdadera vocación -si esta es la palabra- es la de biógrafo". Ha reflexionado también sobre su "extraña fascinación por Barcelona", una ciudad que para él es una mezcla de "oposición antifranquista, fútbol y clase trabajadora militante" y, por otro lado, "estilo y civilización". Además, ha querido reivindicar la Barcelona "de la clase obrera de la República" ante la Barcelona de Antoni Gaudí y de Francesc Cambó.

A través de las lecturas de escritores barceloneses como Juan Marsé, Eduardo Mendoza y Manuel Vázquez Montalbán, quedó "fascinado cada vez más" por la capital catalana y así conoció la Barcelona real, opuesta a la imagen romántica que se había imaginado. Fue entonces cuando entró en contacto con el mundo intelectual de la ciudad: "No me esperaba el alto nivel intelectual y el carácter europeo y civilizado de la gente que conocí, que me asombraron con conocimientos de historia y literatura", ha dicho citando a Borja de Riquer, Josep Fontana, Josep Termes y Joan Villarroya -su padrino en la investidura-, entre otros

APRENDER CATALÁN

El autor de obras como 'El Holocausto español' e 'Idealistas bajo las balas' ha reiterado su posición a favor del retorno a Catalunya de los papeles de Salamanca y ha ironizado también con ser catalán "charnego", puesto que aprendió catalán a los 60 años con un método de cassetes para castellanohablantes, recomendado por su amigo el historiador Hilari Raguer, religioso de Montserrat. "Nunca encontré ninguna dificultad por no saber catalán y nunca nadie me criticó por no saberlo", ha comentado, pese a que en Madrid le habían dicho que sucedía lo contrario.

El catedrático Joan Villarroya ha destacado en su 'laudatio' el pensamiento crítico y la lucha por la libertad del historiador y ha subrayado sus relaciones con Catalunya. En este sentido, ha subrayado de Preston: "Como ciudadano libre y comprometido ha defendido la lengua y la cultura catalanas, ha defendido el retorno de nuestros papeles y ha defendido nuestro derecho a decidir como pueblo".