Jean-Michel Jarre: "Me siento orgulloso de arrancar mi nueva gira en Sónar"

Empezó en una banda garage, pero pronto decidió pasarse al lado de la experimentación, sin dejar de lado el empuje pop. Su música de sintetizador extraña pero pegadiza se convirtió en fenómeno global a partir de 'Oxygène' (1976), y Jarre afianzó su fama con conciertos épicos en los que reinaba el láser. Hay intriga por saber qué ofrecerá en Sónar el viernes, día 17, en el arranque de la gira de presentación de 'Electronica', un díptico colaborativo que le ha ocupado cuatro años.

¿Qué criterio siguió para elegir a los artistas invitados a su nuevo proyecto? ¿Hizo una lista de deseos y cruzó los dedos? Fue totalmente subjetivo, vino del corazón. Quería hacer un disco en el que, de algún modo, se pudiera unir a gente de diversas generaciones. Si estos artistas tienen algo en común, es mi amor por su música, el respeto que siento por ellos. Todos mis deseos se cumplieron. De una primera lista, todos dijeron que sí; me vi obligado a dejar de pensar en otros.

En los últimos años, muchos artistas jóvenes han reconocido su influencia. ¿Era consciente de ello? No, no se crea. Los artistas no nos decimos cosas sin conocernos. Si me acerqué a Rone, Gesaffelstein o Fuck Buttons no fue por saber que eran fans míos, sino porque yo era fan de ellos.

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Y usted quería llegar a conocer a esos artistas. Pero conocer de verdad. Esa era la idea y la seguí de forma sistemática. No quería relacionarme con ellos a través de mánagers y abogados. Quería crear un lazo, un verdadero nexo, a través del trabajo cercano.

¿Qué aprendió de la experiencia? Por ejemplo, que todos, y digo todos, tenemos nuestro secreto para trabajar el sonido. También que para todos el método se inicia siempre en el mismo sitio: delante de una página en blanco y con el temor de cómo va a continuar eso. Te vuelves humilde, te haces pequeño. En eso no importa la edad, el país ni el estilo.

¿Y cómo solían arrancar estas colaboraciones? Siempre desde una maqueta hecha por mí. En ella había un principio de melodía, una idea del 'beat'. Pero yo animaba a deshacerse del boceto para empezar de cero. Era solo una propuesta. Ellos insistían en añadir algo encima de eso. De ahí que los temas suelan sonar un 50% a mí, un 50% a ellos.

¿Cómo surgió la opción de colaborar con Edward Snowden? De todo el reparto, debe ser el nombre más sorprendente… Cuando estaba promocionando 'Electronica 1: The time machine' (2015), conocí al jefe de cultura de The Guardian. Después de que me hicieran una larga entrevista, le comenté que me apetecía hablar de algo que no era mi disco. Cuando le pregunté por la posibilidad de contactar con Snowden, me miró muy intrigado. "No estoy en política ni noticias, pero podemos preguntar", dijo. Fuimos juntos a la sección de noticias. Me presentó, preguntó por el contacto de Snowden y todos me miraron intrigados. Al final me pasaron un contacto. Todo salió bien.

Snowden acabó aportando un 'spoken word' en 'Exit', de 'Electronica 2: The heart of noise' (2016). ¿No le sugirió… cantar? No, no (Jarre pone rostro serio; me temo que no lo ha entendido como la broma que era). Él estaba muy interesado en participar. Es fan de la música electrónica. Pero no tiene ambiciones de ser ninguna estrella. Para él lo importante es lo que ha hecho, pero no su persona.

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¿Qué puede contar del nuevo espectáculo? Me siento orgulloso de arrancar mi gira en Sónar. Es uno de los mejores festivales del mundo. Por la música y también por hacerse preguntas sobre la tecnología, el proceso creativo… La clase de preguntas que yo me he hecho mientras preparaba 'Electronica'. En términos de visuales, ahora estoy trabajando en la creación de un dispositivo escénico 3D. Lo que me interesa es reflejar la profundidad de la mezcla y de la música en el aparato visual.

¿Piensa interactuar con el espacio de SonarClub? Conozco el escenario, sé sus dimensiones, pero necesito una escenografía modular para poder usarla en todos los lugares y situaciones.

Solo por curiosidad, ¿cómo descubre nueva música hoy en día? No es un gran secreto. Si hablas con expertos en gatos, lo saben todo sobre gatos porque los aficionados se unen entre ellos. Es lo mismo con la electrónica. Después de un tiempo, conoces el sector, estás en contacto con productores, DJs, sellos...Todos te hablan de tal o cual artista. Además, puedes ir por tu lado a SoundCloud y Beatport y empezar a clicar. Todas estas plataformas me interesan.

Ha descrito su mano a mano con Cyndi Lauper, 'Swipe to the right', como una "oscura canción de amor en la era de Tinder". Parece crítico con esta clase de apps. ¿En su relación con la tecnología existe una parte de odio? Siempre que surge una nueva tecnología existe la tentación de usarla de manera negativa. Es cosa de cada uno definir sus propias reglas y entender qué es bueno y qué no. Fue así con la electricidad y será así con la inteligencia artificial, el próximo desafío. El día que tengamos delante de nosotros a una de esas máquinas, dentro de 30, 40 años… ¿Cómo diablos vamos a reaccionar ante algo así?